La temporada 3 de
Stranger Things está en riesgo de ser cancelada por
Netflix después de lo que acaba de suceder con los
hermanos Duffer, creadores de la serie y que van a tener que enfrentarse a un importante juicio.
Hace no mucho,
Peyton Brown (quien trabajaba con ellos en el set de la serie), anunció su partida del equipo de producción al no soportar ver a los
hermanos Duffer ser tan agresivos verbalmente con las mujeres con las que trabajan. Inmediatamente después de que el asunto se “arregló” (o al menos ella decidió salirse por la paz y ellos sólo emitieron un comunicado)
Stranger Things es una de las series de televisión más queridas, respetadas y prestigiosas de los productos originales de
Netflix en la plataforma
streaming y los fans ya están especulando sobre lo que podrá o no podrá estar en la tercera temporada de la mano de los
hermanos Duffer, quienes han creado y producen este programa.
Sin embargo, ahora algo ha sucedido para complicar las cosas a
Matt Duffer y
Ross Duffer, ya que la producción de la temporada 3 de
Stranger Things se iba a poner en marcha. Y es que ambos artistas audiovisuales han sido demandados por un director que afirma que los
Duffer le robaron sus ideas para crear
Stranger Things.
Charlie Kessler ha sido el hombre que ha demandado por plagio a los
hermanos Duffer basándose en el hecho de que él dirigió un cortometraje en 2012 llamado
Montauk y que contaba la historia de un niño desaparecido que presentaba una base militar adyacente conocida por realizar experimentos con niños y con una criatura de otra dimensión rondando por ahí.
Los fans de la serie de
Netflix habrán identificado que los puntos básicos de la trama de
Montauk coinciden a la perfección con la primera temporada de la serie que tiene lugar en la ficticia
Hawkins (Indiana, Estados Unidos).
Stranger Things se iba a llamar originalmente
Montauk e iba a filmarse íntegramente en
Long Island. Los proyectos de
Charlie Kessler y los
hermanos Duffer tienen sorprendentes similitudes (y están basados) en el
Proyecto Montauk descrito en el libro
The Montauk Project: Experiments in Time publicado en 1992, el cual está basado a su vez en supuestos experimentos de un lugar llamado
Camp Hero en
Montauk (Long Island, Estados Unidos).
Dicho esto,
Kessler afirma en la demanda que los
Duffer robaron su historia específicamente debido a los encuentros que tuvieron entre las tres partes en el pasado; es decir, se conocían con anterioridad.
Según
Charlie Kessler, él explicó el concepto de
Montauk a
Matt y
Ross Duffer cuando se conocieron en una fiesta del
Festival de Cine de Tribeca en el pasado mes de abril de 2014. Según los informes (publicados por
CinemaBlend), la conversación fue lo suficientemente positiva como para que
Kessler entregara a ambos hermanos
“el guion, las ideas, la historia y los conceptos a los Duffer“.
Y, según la demanda, ambos hermanos obtuvieron el crédito y la recompensa de la creación de
Stranger Things cuando a
Kessler se le había ocurrido la premisa. Dado el gran éxito de la serie, no se puede negar que las recompensas cosechadas han sido grandes y que, probablemente, seguirán siendo grandes si todo sigue igual. Después de todo, esto no va a terminar… ¿O sí?
La demanda establece que
Charlie Kessler reciba una remuneración por daños monetarios debido al incumplimiento del contrato implícito, según ha informado
Deadline. El objetivo es acabar en un juzgado con un juicio deliberado por un jurado que, teóricamente, podría complicar muchísimo las cosas tanto a los hermanos como a la propia serie, pues la temporada 3 de
Stranger Things estaba en proceso de producción y ahora podría aplazarse durante un espacio de tiempo o cancelarse de forma definitiva, según lo que suceda en los juzgados.
No obstante, hay una noticia buena: solo los
hermanos Duffer han sido demandados, por lo que
Netflix no esta implicado en la demanda y tiene la posibilidad de buscar vías legales para mantener vivo el programa de televisión. Por su parte los
hermanos Duffer han emitido otro comunicado extrañamente veloz, que parecía haber estado listo desde hace mucho tiempo atrás, que decía lo siguiente:
“Las acusaciones de Kessler no tienen fundamentos. Él no tuvo conexión alguna con la creación o desarrollo de Stranger Things y este, es sólo un caso de alguien intentando colgarse del buen trabajo de gente verdaderamente trabajadora”