12-10-2004, 01:01 AM
C. Presidente de la República
C. del H. Congreso de la Unión
C. del C.D.E. del P.A.N. del E. de Mexico.
C.Q.L.V.M.L.Q.D.*
P R E S E N T E S
A los presentes, se les informa que el pequeño itanium ya camina. Ciertamente, se tambalea como diputado recién salido de cualquier cantina, pero ahí la lleva con sus pasitos. He estado tentado a enviar un video que prueba esta reciente e importantísima habilidad de mi retoño, pero el archivo ocupa poco más de un megabyte de espacio y varios usuarios no podrán recibirlo. De todas maneras, si a alguien le interesa, háganmelo saber (uno, como papá, se imagina que recibirá oleadas de correos suplicando que envíe el tierno video, pero yo trato de no hacerme muchas ilusiones). Está también entrenándose en su habilidad de agarrar la cuchara para comer por sí solo. De hecho, si no tiene una cuchara en la mano, no come ni a tehuacanazos. Pero hasta ahorita, su mano parece bomba gringa inteligente y sólo da en el blanco una de cada 8 veces que lo intenta. Pero, a pesar de que al final de cada comida su cara se parece bastante a la de una larva de mosca vista al microscopio, él es muy empeñoso y sigue intentándolo.
Actualmente ha desarrollado bastante su vocabulario y aquí tenemos un breve glosario que explica algunos términos del mismo, para que puedan conversar fluídamente con él cuando lo conozcan:
ABEÉ = La llave. La dice cuando ve llaves cerca y quiere que se las presten, para inmediatamente dirigirse a la puerta de la calle y largarse a pistear con sus amigos.
AYUÚ = La luz. Al parecer mi hijo tiene un severo trauma de cácaro de cine y se empeña en prender y apagar cuanta luz encuentra en su camino, repitiendo el proceso hasta que agota la paciencia (y las fuerzas) del adulto que lo tiene cargado frente al apagador durante el simpático procedimiento.
CÁ = Generalmente pronuncia esto agarrándose del pantalón de uno y levantando los bracitos hacia arriba, por lo que intuímos que significa "cárgame".
CÁ (otra vez) = Si lo dice mientras se monta en mi panza (que sigue en notable crecimiento) significa que quiere jugar al "caballo" y entonces siguen como 10 minutos de galopes y pésimas imitaciones de relinchos que hace su padre.
CÁ (Ooootra vez) = Cuando dice esto, señalando a su carriola, significa que quiere pasear en ella.
CAÍ = Significa que algo se cayó inexplicablemente al suelo. Suele decir esto después de aventar con todas sus fuerzas el control remoto, mi celular o los lentes de algún incauto al piso.
CALLÉ = Su palabra favorita de algunas semanas para acá. Significa, precisamente, "la calle". Le encanta andar en la calle, al vaguito este.
CÓ = Cocacola. Sí, mi hijo ya probó la droga maldita y temo decir que es un adicto sin remedio. Tenemos pensado llevarlo a Oceánica en cuanto sepa caminar mejor y pueda hacer los ridículos ejercicios de desintoxicación que salen en los anuncios.
GÁ = Gracias. Dice esto cuando saca alguno de sus juguetes y extiende su manita diciendo "eeé" hacia algún individuo cercano. En cuanto el individuo toma el obsequio, el cortés chiquitín dice: "GÁ", es decir "gracias". Por cortesía, se recomienda a quien recibe el obsequio decir, precisamente, "gracias" y después devolverle el juguete, porque si no se nos va a ir quedando en la indigencia.
MAMÁ = La dice muy claro y sobre todo la repite cuando se encuentra triste, llorando o en busca de un consuelo. Su madre, al oírla, se convierte en un clon de mamá gallina y acude a derramar su ternura sobre el chiquillo.
MANDE = Esto lo dice clarísimo y por culpa de su señora madre. Cada vez que él decía "qué" por cualquier motivo, su madre, como todas las madres, le decía "MAAANDE". Ahora, dice "mande" cada vez que quiere quedar bien con nosotros, aunque no venga al caso.
MENNNTE = Vente. Esto lo dice jalando con todas sus fuerzas el dedo de cualquier adulto en una actitud de: "no seas huevón y acompáñame a ver que hay por allá"
NENE = Antes la decía cada vez que veía un niño o niña pequeño, ahora la dice cuando quiere que le pasen algún muñeco de peluche, a los que abraza con ternura indescriptible.
PAPÁ = Esta también la dice clarísimo y a mí se me hace de gelatina el corazón.
PÚ = Bueno... con esta se refiere a Winnie Pooh, personaje que sigue inundando la vida del pequeño en todas sus formas, desde cucharas y baberos, hasta rotomartillos Black & Decker con la cara del oso. Yo estoy albergando el secreto temor de que, si más tarde mi hijo desarrolla una perversa atracción sexual hacia los osos panzones de color amarillo que hablan con voz de baboso, esto sea culpa enteramente de nosotros, sus padres.
PAPÚ = Esta es como una mezcla entre "papá" y "winnie pooh" que también me hace pensar que tiene medio cruzado el cableado y que, en cualquier momento, le hará más caso a lo que dice el pinche osito, que a lo que sabiamente le aconseje su padre.
PRRRR = Con esto se refiere indistintamente a cualquier coche, suyo, de sus papás o enteramente ajeno y, al mismo tiempo, al teléfono.
INFORME SOBRE LAS GRACIAS.
Ahora, pasaremos a una breve descripción de lo que en el argot paternal y maternal se conoce como "las gracias". Las gracias no se refieren a ningún tipo de agradecimiento, si no a una serie de habilidades y actitudes "graciosas" que cualquier pequeño realiza y que vuelven locos a sus papás. Éstas tienen la peculiaridad de que desaparecen sin dejar rastro en el momento en el que hay invitados o cualquier clase de público presente, incluídas cámaras de video y de fotografía. Esto provoca que, poco a poco, los papás vayan siendo tomados por sus conocidos como mitómanos, mentirosos o adictos al peyote, LSD o cualquier droga alucinógena de mayor calibre. Los amigos de la familia llegan y el papá, en cuanto los recibe, dice: "¡¡Van a ver a mijo!! ¡Es genial! A sus diez meses ya resuelve integrales en coordenadas polares con dos variables independientes". Los amigos se emocionan, se sientan, y entonces el papá pone una hoja con la operación en cuestión y un lápiz para que el chiquillo resuelva el enigma. El pequeño se queda viendo a los invitados, mira a su papá, dice "jajúu" y se va gateando hasta el otro lado de la sala a morder el cable del teléfono. El padre, desesperado, "jejeje, aaay! es que está chiveado... pero ahorita van a ver" Va, carga al chamaco, que patalea, y lo pone delante de la hoja diciendo "áaandale, mira, este te gusta..." el pequeño se emberrincha como priísta recién multado, agarra la hoja, la hace churro y la avienta abajo del sillón, para irse a morder de nuevo el cable aquel. El papá queda como un imbécil y dice... "bueno... vamos a comer". Después de dos o tres intentos similares durante la tarde, los invitados se van convencidos de que esa familia está completamente orate y el pequeño, antes de dormir, pide una hoja de papel para resolver una doble transformada de Laplace con exponentes en números complejos que aparte grafica perfectamente en una proyección de puntos infinitos equidistantes en serie de Fibonacci. Y el padre sufre.
Es por todo esto que... les voy a contar las gracias de mi hijo, y espero que me las crean, aunque jamás lleguen a verlas.
¿Cómo hace el perro? y contesta "buá bá"
¿Cómo hace el gato? y contesta "maaaaaú"
¿Cómo hace el pato? y contesta "cua cua" muuy bajito, pero muy claro y muy bonito.
¿Dónde está tu pelo? y se agarra el pelo.
¿Y tus orejas? y se agarra las orejas
¿y tus ojos? y hace ojitos
Si le damos un peine, se lo pasa por toda la cabeza intentando peinarse.
La más nueva y maravillosa es que, le damos un kleenex y le decimos ¿cómo se suena papá? y se pone el kleenex en la nariz y resopla bastante fuerte como jabalí atragantado. (Hay que recordar que su papá se suena como si se quisiera sacar toda la masa cerebral por la nariz y se oye bastante parecido a un elefante)
Si oye música, baila. Ya sea brincando o, tiernamente, moviendo la cabeza de un lado a otro.
Tiene un librito (de Winnie Pooh) que incluye distintos botones de diferentes colores y formas. Si uno le dice: "a ver, la de la mar" perfectamente toca el botón que comienza a ejecutar "La víbora de la mar" en versión tamagochi.
Creo que ya dije que prende y apaga todas las luces. Y también que camina, y que trata de comer solo, ¡ah! y que aparte le trata de dar de comer a todo infeliz que se encuentre cerca de él cuando se alimenta, embarrándole la cara y la ropa de Gerber.
Y ya, porque ya los aburrí.
Habiendo informado a los honorables presentes y presentas del estado que guarda la nación, quedo de ustedes.
Atte.
Sufragio Efectivo No Reelección
*C.Q.L.V.M.L.Q.D= Ciudadanos Que Les Vale Madre Lo Que Diga
C. del H. Congreso de la Unión
C. del C.D.E. del P.A.N. del E. de Mexico.
C.Q.L.V.M.L.Q.D.*
P R E S E N T E S
A los presentes, se les informa que el pequeño itanium ya camina. Ciertamente, se tambalea como diputado recién salido de cualquier cantina, pero ahí la lleva con sus pasitos. He estado tentado a enviar un video que prueba esta reciente e importantísima habilidad de mi retoño, pero el archivo ocupa poco más de un megabyte de espacio y varios usuarios no podrán recibirlo. De todas maneras, si a alguien le interesa, háganmelo saber (uno, como papá, se imagina que recibirá oleadas de correos suplicando que envíe el tierno video, pero yo trato de no hacerme muchas ilusiones). Está también entrenándose en su habilidad de agarrar la cuchara para comer por sí solo. De hecho, si no tiene una cuchara en la mano, no come ni a tehuacanazos. Pero hasta ahorita, su mano parece bomba gringa inteligente y sólo da en el blanco una de cada 8 veces que lo intenta. Pero, a pesar de que al final de cada comida su cara se parece bastante a la de una larva de mosca vista al microscopio, él es muy empeñoso y sigue intentándolo.
Actualmente ha desarrollado bastante su vocabulario y aquí tenemos un breve glosario que explica algunos términos del mismo, para que puedan conversar fluídamente con él cuando lo conozcan:
ABEÉ = La llave. La dice cuando ve llaves cerca y quiere que se las presten, para inmediatamente dirigirse a la puerta de la calle y largarse a pistear con sus amigos.
AYUÚ = La luz. Al parecer mi hijo tiene un severo trauma de cácaro de cine y se empeña en prender y apagar cuanta luz encuentra en su camino, repitiendo el proceso hasta que agota la paciencia (y las fuerzas) del adulto que lo tiene cargado frente al apagador durante el simpático procedimiento.
CÁ = Generalmente pronuncia esto agarrándose del pantalón de uno y levantando los bracitos hacia arriba, por lo que intuímos que significa "cárgame".
CÁ (otra vez) = Si lo dice mientras se monta en mi panza (que sigue en notable crecimiento) significa que quiere jugar al "caballo" y entonces siguen como 10 minutos de galopes y pésimas imitaciones de relinchos que hace su padre.
CÁ (Ooootra vez) = Cuando dice esto, señalando a su carriola, significa que quiere pasear en ella.
CAÍ = Significa que algo se cayó inexplicablemente al suelo. Suele decir esto después de aventar con todas sus fuerzas el control remoto, mi celular o los lentes de algún incauto al piso.
CALLÉ = Su palabra favorita de algunas semanas para acá. Significa, precisamente, "la calle". Le encanta andar en la calle, al vaguito este.
CÓ = Cocacola. Sí, mi hijo ya probó la droga maldita y temo decir que es un adicto sin remedio. Tenemos pensado llevarlo a Oceánica en cuanto sepa caminar mejor y pueda hacer los ridículos ejercicios de desintoxicación que salen en los anuncios.
GÁ = Gracias. Dice esto cuando saca alguno de sus juguetes y extiende su manita diciendo "eeé" hacia algún individuo cercano. En cuanto el individuo toma el obsequio, el cortés chiquitín dice: "GÁ", es decir "gracias". Por cortesía, se recomienda a quien recibe el obsequio decir, precisamente, "gracias" y después devolverle el juguete, porque si no se nos va a ir quedando en la indigencia.
MAMÁ = La dice muy claro y sobre todo la repite cuando se encuentra triste, llorando o en busca de un consuelo. Su madre, al oírla, se convierte en un clon de mamá gallina y acude a derramar su ternura sobre el chiquillo.
MANDE = Esto lo dice clarísimo y por culpa de su señora madre. Cada vez que él decía "qué" por cualquier motivo, su madre, como todas las madres, le decía "MAAANDE". Ahora, dice "mande" cada vez que quiere quedar bien con nosotros, aunque no venga al caso.
MENNNTE = Vente. Esto lo dice jalando con todas sus fuerzas el dedo de cualquier adulto en una actitud de: "no seas huevón y acompáñame a ver que hay por allá"
NENE = Antes la decía cada vez que veía un niño o niña pequeño, ahora la dice cuando quiere que le pasen algún muñeco de peluche, a los que abraza con ternura indescriptible.
PAPÁ = Esta también la dice clarísimo y a mí se me hace de gelatina el corazón.
PÚ = Bueno... con esta se refiere a Winnie Pooh, personaje que sigue inundando la vida del pequeño en todas sus formas, desde cucharas y baberos, hasta rotomartillos Black & Decker con la cara del oso. Yo estoy albergando el secreto temor de que, si más tarde mi hijo desarrolla una perversa atracción sexual hacia los osos panzones de color amarillo que hablan con voz de baboso, esto sea culpa enteramente de nosotros, sus padres.
PAPÚ = Esta es como una mezcla entre "papá" y "winnie pooh" que también me hace pensar que tiene medio cruzado el cableado y que, en cualquier momento, le hará más caso a lo que dice el pinche osito, que a lo que sabiamente le aconseje su padre.
PRRRR = Con esto se refiere indistintamente a cualquier coche, suyo, de sus papás o enteramente ajeno y, al mismo tiempo, al teléfono.
INFORME SOBRE LAS GRACIAS.
Ahora, pasaremos a una breve descripción de lo que en el argot paternal y maternal se conoce como "las gracias". Las gracias no se refieren a ningún tipo de agradecimiento, si no a una serie de habilidades y actitudes "graciosas" que cualquier pequeño realiza y que vuelven locos a sus papás. Éstas tienen la peculiaridad de que desaparecen sin dejar rastro en el momento en el que hay invitados o cualquier clase de público presente, incluídas cámaras de video y de fotografía. Esto provoca que, poco a poco, los papás vayan siendo tomados por sus conocidos como mitómanos, mentirosos o adictos al peyote, LSD o cualquier droga alucinógena de mayor calibre. Los amigos de la familia llegan y el papá, en cuanto los recibe, dice: "¡¡Van a ver a mijo!! ¡Es genial! A sus diez meses ya resuelve integrales en coordenadas polares con dos variables independientes". Los amigos se emocionan, se sientan, y entonces el papá pone una hoja con la operación en cuestión y un lápiz para que el chiquillo resuelva el enigma. El pequeño se queda viendo a los invitados, mira a su papá, dice "jajúu" y se va gateando hasta el otro lado de la sala a morder el cable del teléfono. El padre, desesperado, "jejeje, aaay! es que está chiveado... pero ahorita van a ver" Va, carga al chamaco, que patalea, y lo pone delante de la hoja diciendo "áaandale, mira, este te gusta..." el pequeño se emberrincha como priísta recién multado, agarra la hoja, la hace churro y la avienta abajo del sillón, para irse a morder de nuevo el cable aquel. El papá queda como un imbécil y dice... "bueno... vamos a comer". Después de dos o tres intentos similares durante la tarde, los invitados se van convencidos de que esa familia está completamente orate y el pequeño, antes de dormir, pide una hoja de papel para resolver una doble transformada de Laplace con exponentes en números complejos que aparte grafica perfectamente en una proyección de puntos infinitos equidistantes en serie de Fibonacci. Y el padre sufre.
Es por todo esto que... les voy a contar las gracias de mi hijo, y espero que me las crean, aunque jamás lleguen a verlas.
¿Cómo hace el perro? y contesta "buá bá"
¿Cómo hace el gato? y contesta "maaaaaú"
¿Cómo hace el pato? y contesta "cua cua" muuy bajito, pero muy claro y muy bonito.
¿Dónde está tu pelo? y se agarra el pelo.
¿Y tus orejas? y se agarra las orejas
¿y tus ojos? y hace ojitos
Si le damos un peine, se lo pasa por toda la cabeza intentando peinarse.
La más nueva y maravillosa es que, le damos un kleenex y le decimos ¿cómo se suena papá? y se pone el kleenex en la nariz y resopla bastante fuerte como jabalí atragantado. (Hay que recordar que su papá se suena como si se quisiera sacar toda la masa cerebral por la nariz y se oye bastante parecido a un elefante)
Si oye música, baila. Ya sea brincando o, tiernamente, moviendo la cabeza de un lado a otro.
Tiene un librito (de Winnie Pooh) que incluye distintos botones de diferentes colores y formas. Si uno le dice: "a ver, la de la mar" perfectamente toca el botón que comienza a ejecutar "La víbora de la mar" en versión tamagochi.
Creo que ya dije que prende y apaga todas las luces. Y también que camina, y que trata de comer solo, ¡ah! y que aparte le trata de dar de comer a todo infeliz que se encuentre cerca de él cuando se alimenta, embarrándole la cara y la ropa de Gerber.
Y ya, porque ya los aburrí.
Habiendo informado a los honorables presentes y presentas del estado que guarda la nación, quedo de ustedes.
Atte.
Sufragio Efectivo No Reelección
*C.Q.L.V.M.L.Q.D= Ciudadanos Que Les Vale Madre Lo Que Diga
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