06-04-2005, 10:54 PM
Cuando Bill Clinton declaró ante el tribunal que le acusaba de haber mentido con respecto a su declaración de no haber tenido sexo con la becaria Monica Lewinsky, reveló algo que está en la mente de muchas personas: que no existe el sexo si no hay penetración. Pero una relación sexual es mucho más que una penetración y la satisfacción de muchas mujeres no está relacionada con el rendimiento masculino durante la penetración.
La sexualidad es uno de los aspectos de nuestra personalidad en los que más influye la educación, la represión y la cultura. Para los humanos, el sexo no tiene nada o muy poco que ver con el aspecto más primario del sexo, que es la reproducción.
Por eso, los objetivos de la conducta sexual son tan variados como las personas, y por eso también casi todo el mundo suele tener en su mente una idea de lo que es una buena relación sexual.
Un poco de todo
A veces, las ideas de los miembros de una pareja no son coincidentes. Los hombres suelen desear una relación genital y rápida que incluya penetración, eyaculación, orgasmo masculino y orgasmo femenino durante el tiempo de la penetración. Las mujeres suelen desear una relación más romántica, con largos preparativos, palabras dulces y caricias genitales, y muchas no desean la penetración.
Esto nos sirve para darnos cuenta de que la relación ideal para hombres y para mujeres debe tener un poco de lo que desean ellos y un poco de lo que les gusta a ellas. Por eso, los hombres tienen que aprender a disfrutar del sexo no coital.
Además, en la vida de la pareja hay momentos como embarazos, partos, puerperios, menopausia y vejez en los que la penetración no está indicada o ya no es posible y si no se ha aprendido a disfrutar de otra manera del placer de estar juntos, la vida sexual de la pareja se convierte en una continua frustración.
Aprendamos a hacer el amor sin penetración.
El masaje es mejor si nos olvidamos de los genitales hasta que la excitación no sea evidente.
Disfrutar de las caricias
El tacto es la llave del deseo. Se puede hacer el amor sólo acariciando toda la piel, con los ojos cerrados, dejándose llevar por las sensaciones que desde nuestras manos llegan al cerebro.
Al principio, es conveniente hacer las caricias sucesivamente, primero él a ella, y luego ella a él. Se trata de sacarle el mayor partido posible a la geografía fantástica del cuerpo de tu pareja, esos valles húmedos, esos bosques oscuros, esas montañas temblorosas, esas llanuras eternas…
El masaje es mucho mejor si nos olvidamos de los genitales y de las mamas y hasta que la excitación no sea evidente, no nos dedicamos a ellos. Como no va a suceder la penetración, la turgencia del pene es secundaria y poco importante, y a muchos hombres les sirve para relajarse y dejar de sentirse como un chico en un examen.
Cuando ya estéis a punto, dependerá de vosotros elegir la técnica no coital que más os guste: masturbación, sexo oral o cualquier otra cosa que se os ocurra. Lo bueno que tienen las relaciones no coitales es que no hay normas y todo es posible, solo vuestra imaginación es el límite.
Algunas sugerencias...
Dicen que las geishas saben succionar el dedo gordo del pie hasta llevar a su cliente al orgasmo sin tocar el pene.
Dicen los expertos que algunas mujeres pueden llegar al orgasmo con la caricia y la succión de los pezones o con el cepillado del pelo.
Muchas hombres y mujeres sienten un gran nivel de excitación con las caricias, los mordisqueos y las succiones en los labios, o usando los dedos como un pene en la boca.
Los esquimales pueden gozar hasta el quinto cielo sólo masajeándose la tripa con los pies.
Algunos rincones del cuerpo femenino son especialmente sugerentes, como las axilas, los muslos o la zona interna de las nalgas.
Algunas partes del cuerpo masculino son excelentes para frotar el clítoris contra ellas, como el muslo, el brazo, la cara posterior de la pierna…
Esta lista no es exhaustiva... Con ella pretendo despertar vuestra creatividad y vuestro deseo de explorar, para que cada una de vuestras sesiones de sexo no coital sea inolvidable y que cada cosa que vayáis aprendiendo de vosotros mismo y del cuerpo de vuestra pareja, la incorporéis a vuestro repertorio.
Espero que después de las primeras sesiones, consideréis el sexo no coital no como una alternativa al coito cuando éste no se puede hacer, sino como un valor positivo por sí mismo.
El sexo no es un espacio, ni un tiempo; es una dimensión.
Ligeros recordatorios
Muchas parejas piensan que el sexo se circunscribe a la cama y a determinados momentos, pero fuera de ahí se comportan como seres asexuados.
Olvidados los coqueteos del principio de la relación, consideran poco serio no ser serios, pero el sexo no es un espacio y un tiempo, es una dimensión. Se puede hacer el amor con los ojos, con los oídos, con ligeros coqueteos y con toques picarones.
Es una pena que nos olvidemos de sentirnos sexuados y sexuales la mayoría del tiempo. No hay nada mejor para subir la moral, la autoestima y las endorfinas que notar que los ojos de nuestra pareja se iluminan con el deseo cuando nos mira.
Recuperar esa sensación es una tarea importante. Hay que sacar el sexo de la cama y llevarlo de paseo a todas partes, es una tarea necesaria. Hacer el amor de este modo puede durar horas, días, semanas, meses, años y toda la vida.
Ideas para sacar el sexo a pasear
No desperdicies ninguna oportunidad de demostrarle a tu pareja que le/la amas con formas no genitales.
Ofrécele/la pequeños regalos inesperados y sugerentes.
Incrementa la proximidad y la intimidad con toquecitos, recaditos al oído…
Procura estar tiempo con él/ella, pendiente de sus aficiones.
Llámale/la sólo para decirle “te quiero”.
Deja notitas amorosas en los lugares más insospechados.
Busca oportunidades para tener situaciones de intimidad, aunque estéis rodeados de gente o pendientes de vuestras obligaciones.
Y la última, que es la más importante, nunca rechaces una muestra de afecto aunque te parezca muy inoportuna.
La sexualidad es uno de los aspectos de nuestra personalidad en los que más influye la educación, la represión y la cultura. Para los humanos, el sexo no tiene nada o muy poco que ver con el aspecto más primario del sexo, que es la reproducción.
Por eso, los objetivos de la conducta sexual son tan variados como las personas, y por eso también casi todo el mundo suele tener en su mente una idea de lo que es una buena relación sexual.
Un poco de todo
A veces, las ideas de los miembros de una pareja no son coincidentes. Los hombres suelen desear una relación genital y rápida que incluya penetración, eyaculación, orgasmo masculino y orgasmo femenino durante el tiempo de la penetración. Las mujeres suelen desear una relación más romántica, con largos preparativos, palabras dulces y caricias genitales, y muchas no desean la penetración.
Esto nos sirve para darnos cuenta de que la relación ideal para hombres y para mujeres debe tener un poco de lo que desean ellos y un poco de lo que les gusta a ellas. Por eso, los hombres tienen que aprender a disfrutar del sexo no coital.
Además, en la vida de la pareja hay momentos como embarazos, partos, puerperios, menopausia y vejez en los que la penetración no está indicada o ya no es posible y si no se ha aprendido a disfrutar de otra manera del placer de estar juntos, la vida sexual de la pareja se convierte en una continua frustración.
Aprendamos a hacer el amor sin penetración.
El masaje es mejor si nos olvidamos de los genitales hasta que la excitación no sea evidente.
Disfrutar de las caricias
El tacto es la llave del deseo. Se puede hacer el amor sólo acariciando toda la piel, con los ojos cerrados, dejándose llevar por las sensaciones que desde nuestras manos llegan al cerebro.
Al principio, es conveniente hacer las caricias sucesivamente, primero él a ella, y luego ella a él. Se trata de sacarle el mayor partido posible a la geografía fantástica del cuerpo de tu pareja, esos valles húmedos, esos bosques oscuros, esas montañas temblorosas, esas llanuras eternas…
El masaje es mucho mejor si nos olvidamos de los genitales y de las mamas y hasta que la excitación no sea evidente, no nos dedicamos a ellos. Como no va a suceder la penetración, la turgencia del pene es secundaria y poco importante, y a muchos hombres les sirve para relajarse y dejar de sentirse como un chico en un examen.
Cuando ya estéis a punto, dependerá de vosotros elegir la técnica no coital que más os guste: masturbación, sexo oral o cualquier otra cosa que se os ocurra. Lo bueno que tienen las relaciones no coitales es que no hay normas y todo es posible, solo vuestra imaginación es el límite.
Algunas sugerencias...
Dicen que las geishas saben succionar el dedo gordo del pie hasta llevar a su cliente al orgasmo sin tocar el pene.
Dicen los expertos que algunas mujeres pueden llegar al orgasmo con la caricia y la succión de los pezones o con el cepillado del pelo.
Muchas hombres y mujeres sienten un gran nivel de excitación con las caricias, los mordisqueos y las succiones en los labios, o usando los dedos como un pene en la boca.
Los esquimales pueden gozar hasta el quinto cielo sólo masajeándose la tripa con los pies.
Algunos rincones del cuerpo femenino son especialmente sugerentes, como las axilas, los muslos o la zona interna de las nalgas.
Algunas partes del cuerpo masculino son excelentes para frotar el clítoris contra ellas, como el muslo, el brazo, la cara posterior de la pierna…
Esta lista no es exhaustiva... Con ella pretendo despertar vuestra creatividad y vuestro deseo de explorar, para que cada una de vuestras sesiones de sexo no coital sea inolvidable y que cada cosa que vayáis aprendiendo de vosotros mismo y del cuerpo de vuestra pareja, la incorporéis a vuestro repertorio.
Espero que después de las primeras sesiones, consideréis el sexo no coital no como una alternativa al coito cuando éste no se puede hacer, sino como un valor positivo por sí mismo.
El sexo no es un espacio, ni un tiempo; es una dimensión.
Ligeros recordatorios
Muchas parejas piensan que el sexo se circunscribe a la cama y a determinados momentos, pero fuera de ahí se comportan como seres asexuados.
Olvidados los coqueteos del principio de la relación, consideran poco serio no ser serios, pero el sexo no es un espacio y un tiempo, es una dimensión. Se puede hacer el amor con los ojos, con los oídos, con ligeros coqueteos y con toques picarones.
Es una pena que nos olvidemos de sentirnos sexuados y sexuales la mayoría del tiempo. No hay nada mejor para subir la moral, la autoestima y las endorfinas que notar que los ojos de nuestra pareja se iluminan con el deseo cuando nos mira.
Recuperar esa sensación es una tarea importante. Hay que sacar el sexo de la cama y llevarlo de paseo a todas partes, es una tarea necesaria. Hacer el amor de este modo puede durar horas, días, semanas, meses, años y toda la vida.
Ideas para sacar el sexo a pasear
No desperdicies ninguna oportunidad de demostrarle a tu pareja que le/la amas con formas no genitales.
Ofrécele/la pequeños regalos inesperados y sugerentes.
Incrementa la proximidad y la intimidad con toquecitos, recaditos al oído…
Procura estar tiempo con él/ella, pendiente de sus aficiones.
Llámale/la sólo para decirle “te quiero”.
Deja notitas amorosas en los lugares más insospechados.
Busca oportunidades para tener situaciones de intimidad, aunque estéis rodeados de gente o pendientes de vuestras obligaciones.
Y la última, que es la más importante, nunca rechaces una muestra de afecto aunque te parezca muy inoportuna.
Tengo Ganas de ti, de tu aroma y de tu ser,
de tu sabor y de tu piel,
de sentirte y hacer,
aquello a lo que tu llamas placer.
de tu sabor y de tu piel,
de sentirte y hacer,
aquello a lo que tu llamas placer.
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