11-17-2003, 02:58 PM
Un hombre va al psicólogo:
- Doctor, doctor, tengo tendencias suicidas ¿Qué debo hacer?
- Por el momento, pague antes de cada consulta...
-------------------------
Un hombre tenía dos hijos gemelos, pero uno de ellos había nacido mudo. Ya
lo habían llevado con múltiples especialistas, le habían hecho multitud de
"limpias", y nada que hablara.
Desesperado, el papá decide llevarlo en peregrinación al santuario de San
Juan de los Lagos, con la esperanza de que la Virgen les hiciera el
milagro.
El día de la peregrinación, se levanta el señor antes del amanecer y se
lleva a su hijo. Ya llevaban buen trecho recorrido, a través de la
montaña, cuando al señor se le ocurre una idea:
- Vente hijo, vamos a quitarnos los zapatos para hacer el viaje descalzos,
así haremos penitencia.
Se quita los zapatos, se los quita al niño y siguen su camino. Un poco más
adelante el niño, cansado y medio dormido, no se fija en una piedra del
camino, le da una patada con tal fuerza, que se le desprende una uña y pega
un grito:
- ¡CHINGAS A TU MADRE...!
El papá no cabe en sí de felicidad. En el primer pueblo al que llegan, le
pone un telegrama a su mujer que decía:
"El niño habló: Chingas a tu madre".
Un rato después, llega la respuesta de su esposa:
"Chingas a la tuya, te llevaste al que hablaba..."
Saludos
- Doctor, doctor, tengo tendencias suicidas ¿Qué debo hacer?
- Por el momento, pague antes de cada consulta...
-------------------------
Un hombre tenía dos hijos gemelos, pero uno de ellos había nacido mudo. Ya
lo habían llevado con múltiples especialistas, le habían hecho multitud de
"limpias", y nada que hablara.
Desesperado, el papá decide llevarlo en peregrinación al santuario de San
Juan de los Lagos, con la esperanza de que la Virgen les hiciera el
milagro.
El día de la peregrinación, se levanta el señor antes del amanecer y se
lleva a su hijo. Ya llevaban buen trecho recorrido, a través de la
montaña, cuando al señor se le ocurre una idea:
- Vente hijo, vamos a quitarnos los zapatos para hacer el viaje descalzos,
así haremos penitencia.
Se quita los zapatos, se los quita al niño y siguen su camino. Un poco más
adelante el niño, cansado y medio dormido, no se fija en una piedra del
camino, le da una patada con tal fuerza, que se le desprende una uña y pega
un grito:
- ¡CHINGAS A TU MADRE...!
El papá no cabe en sí de felicidad. En el primer pueblo al que llegan, le
pone un telegrama a su mujer que decía:
"El niño habló: Chingas a tu madre".
Un rato después, llega la respuesta de su esposa:
"Chingas a la tuya, te llevaste al que hablaba..."
Saludos

Saludos 
Rodo
Naucalpan,Estado de Mexico

Rodo
Naucalpan,Estado de Mexico