02-08-2018, 08:46 PM
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 02-08-2018, 08:47 PM por ematrix.)
La batalla de Netflix por dominar la industria del vídeo parece tener una artillería cuasi infinita, financiada en parte por 20 mil millones de dólares en deuda, que se dice pronto, y la creación de contenido original a chorro disponible al instante en los 190 países en los que opera. La pregunta es ¿La calidad donde queda?
Al respecto, se le preguntó a Yann Lafargue, responsable de comunicación para Netflix en Europa. Sobre la mesa está la respuesta tibia a películas como Bright, una superproducción con un presupuesto cercano a los 100 millones de dólares que causó somnolencia entre la crítica (un 27% en Rotten Tomatoes), pero tuvo una acogida mucho más cálida entre el público (87% también en Rotten Tomatoes).
El asunto llegó tan alto que el propio CEO de Netflix tuvo que atacar con ferocidad a la crítica, afirmando que “están desconectados de lo que quiere el público”. Al respecto, Lafargue amplía: “El asunto es que no podemos valorar ni poner un calculo absoluto para la “calidad”, que es donde a menudo se quedan la mayoría de los críticos, a cada persona le gusta una cosa diferente”.
“Pongamos, por ejemplo, las películas de Adam Sandler en Netflix. El año pasado fueron de lo más visto en la plataforma, y muchos dirían que no son buenas, un placer culpable, pero ahí están, y se ven". Lafarque añade: "Cuando Netflix se estrenó en Francia (su país natal) pensé que lo más visto sería alguna de las superproducciones que teníamos en el catálogo, pero el cabo de un mes, no te puedo decir lo que más se había visto pero créeme, no era nada de lo que sentirse muy orgulloso. El asunto es que se vio, y mucho”
O lo que es lo mismo, aunque Lafargue esquivó la respuesta directa, el resumen de dicha política se parece demasiado a un “miren, asumimos que esta producción en concreto no es lo mejor del mundo, pero se ve mucho, y como se ve mucho nuestros usuarios pasan más tiempo en la plataforma, y como lo hacen, a nosotros nos interesa porque siguen pagando”. Lafargue prosigue: “Puede que la crítica no tratase muy bien a Bright, pero eso va aparte, la película se disparó a lo más visto”
La actitud de Netflix y las respuestas de sus directivos, me recuerdan a las de Emilio Azcarraga y Televisa, que en su momento expresó que hacía televisión para jodidos. La realidad es que al igual que en la televisión, la audiencia en los streaming verán lo que se les ofrezca, aunque no sea un producto de calidad.
Si bien Netflix desea cambiar varios paradigmas de una industria cinematográfica, abocada casi por completo a la taquilla, con su fórmula de expandir franquicias de superhéroes, secuelas, y precuelas, el enfoque de Netflix puede llegar a ser mucho más práctico si el producto reúne una serie de características que, ya sea por mero placer culpable o por tener un actor popular en la portada, Will Smith en el caso de Bright, la audiencia lo ve masívamente (11 millones de espectadores en los 3 primeros días, según Nielsen). En lo que respecta a Netflix, eso les funciona, pero una vez más la pregunta es ¿La calidad donde queda?
Además hay otro factor que Netflix se niega a reconocer o admitir, no porque una película o serie haya sido vista masivamente, implica que fue del agrado de todos. Lamentablemente mucha gente no se expresa calificando lo que llega a ver en el streaming, y si así fuera Netflix solo revela lo que le convenga más, por eso es que eliminó la calificación por estrellas (la cual públicamente media la opinión general de la audiencia sobre cada título en el catalogo).
Con The Cloverfield Paradox, película que Paramount Pictures era plenamente consciente de que necesitaba “algo de trabajo” y que potencialmente fuera bateada en taquilla, acabó en manos de Netflix en la posibilidad de tener una película de Hollywood “barata” como Netflix Original, a pesar de que ha sido apabullada por la critica, especialmente en Rotten Tomatoes (19% de la crítica, 55% de la audiencia)
A fines de noviembre 2017, Universal Studios decidió retirar la película Extinction de su planeado estreno el 26 de Enero 2018 en salas de cine, sin explicación alguna. Protagonizada por Michael Peña y Lizzy Caplan, cuya trama involucra a un hombre que busca redimirse con su familia en la víspera de una invasión alien. Hoy se anunció que Universal Pictures le ha cedido la película a Netflix.
Esto vislumbra otro escenario que puede ser nada prometedor, que los estudios cedan a Netflix todas sus producciones problemáticas y potenciales fracasos, en esencia todo aquello que normalmente era lanzado directo a vídeo, básicamente la basura de Hollywood pasa directo al streaming, donde la audiencia es más tolerante e indulgente por no tener que pagar un boleto de cine para verlas, y Netflix use esto como estandarte de que su medio de distribución es el futuro y que los cines deben desaparecer... ¿La calidad donde queda?
Al respecto, se le preguntó a Yann Lafargue, responsable de comunicación para Netflix en Europa. Sobre la mesa está la respuesta tibia a películas como Bright, una superproducción con un presupuesto cercano a los 100 millones de dólares que causó somnolencia entre la crítica (un 27% en Rotten Tomatoes), pero tuvo una acogida mucho más cálida entre el público (87% también en Rotten Tomatoes).
El asunto llegó tan alto que el propio CEO de Netflix tuvo que atacar con ferocidad a la crítica, afirmando que “están desconectados de lo que quiere el público”. Al respecto, Lafargue amplía: “El asunto es que no podemos valorar ni poner un calculo absoluto para la “calidad”, que es donde a menudo se quedan la mayoría de los críticos, a cada persona le gusta una cosa diferente”.
“Pongamos, por ejemplo, las películas de Adam Sandler en Netflix. El año pasado fueron de lo más visto en la plataforma, y muchos dirían que no son buenas, un placer culpable, pero ahí están, y se ven". Lafarque añade: "Cuando Netflix se estrenó en Francia (su país natal) pensé que lo más visto sería alguna de las superproducciones que teníamos en el catálogo, pero el cabo de un mes, no te puedo decir lo que más se había visto pero créeme, no era nada de lo que sentirse muy orgulloso. El asunto es que se vio, y mucho”
O lo que es lo mismo, aunque Lafargue esquivó la respuesta directa, el resumen de dicha política se parece demasiado a un “miren, asumimos que esta producción en concreto no es lo mejor del mundo, pero se ve mucho, y como se ve mucho nuestros usuarios pasan más tiempo en la plataforma, y como lo hacen, a nosotros nos interesa porque siguen pagando”. Lafargue prosigue: “Puede que la crítica no tratase muy bien a Bright, pero eso va aparte, la película se disparó a lo más visto”
La actitud de Netflix y las respuestas de sus directivos, me recuerdan a las de Emilio Azcarraga y Televisa, que en su momento expresó que hacía televisión para jodidos. La realidad es que al igual que en la televisión, la audiencia en los streaming verán lo que se les ofrezca, aunque no sea un producto de calidad.
Si bien Netflix desea cambiar varios paradigmas de una industria cinematográfica, abocada casi por completo a la taquilla, con su fórmula de expandir franquicias de superhéroes, secuelas, y precuelas, el enfoque de Netflix puede llegar a ser mucho más práctico si el producto reúne una serie de características que, ya sea por mero placer culpable o por tener un actor popular en la portada, Will Smith en el caso de Bright, la audiencia lo ve masívamente (11 millones de espectadores en los 3 primeros días, según Nielsen). En lo que respecta a Netflix, eso les funciona, pero una vez más la pregunta es ¿La calidad donde queda?
Además hay otro factor que Netflix se niega a reconocer o admitir, no porque una película o serie haya sido vista masivamente, implica que fue del agrado de todos. Lamentablemente mucha gente no se expresa calificando lo que llega a ver en el streaming, y si así fuera Netflix solo revela lo que le convenga más, por eso es que eliminó la calificación por estrellas (la cual públicamente media la opinión general de la audiencia sobre cada título en el catalogo).
Con The Cloverfield Paradox, película que Paramount Pictures era plenamente consciente de que necesitaba “algo de trabajo” y que potencialmente fuera bateada en taquilla, acabó en manos de Netflix en la posibilidad de tener una película de Hollywood “barata” como Netflix Original, a pesar de que ha sido apabullada por la critica, especialmente en Rotten Tomatoes (19% de la crítica, 55% de la audiencia)
A fines de noviembre 2017, Universal Studios decidió retirar la película Extinction de su planeado estreno el 26 de Enero 2018 en salas de cine, sin explicación alguna. Protagonizada por Michael Peña y Lizzy Caplan, cuya trama involucra a un hombre que busca redimirse con su familia en la víspera de una invasión alien. Hoy se anunció que Universal Pictures le ha cedido la película a Netflix.
Esto vislumbra otro escenario que puede ser nada prometedor, que los estudios cedan a Netflix todas sus producciones problemáticas y potenciales fracasos, en esencia todo aquello que normalmente era lanzado directo a vídeo, básicamente la basura de Hollywood pasa directo al streaming, donde la audiencia es más tolerante e indulgente por no tener que pagar un boleto de cine para verlas, y Netflix use esto como estandarte de que su medio de distribución es el futuro y que los cines deben desaparecer... ¿La calidad donde queda?
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