¿Y tu donde estabas hace 20 años el 19 de sep. de 1985?

[Betty boop]

Yo, tenía 13 años. Como todas las mañanas mis papas me dejaron puntualmente a las 7:00 a.m. en las puertas de La secundaria femenil No. 23 Maestro Juan G. Holguín ubicada en la calle de Liverpool en la colonia Roma. Todo parecía transcurrir normalmente, nos formamos en fila en el patio esperando escuchar las instrucciones de la directora. Mientras ella hablaba, la tierra comenzó a moverse, primero nos dio risa, pues la “ogra” hacia malabares para mantenerse de pie, pero pasamos de la risa al llanto en dos segundos, cuando el piso bajo nuestros pies comenzó agrietarse ,abrirse, a tirar a muchas de nuestras compañeras. Varias comenzaron a gritar, pero en eso escuchamos el crujir de los edificios del lado, se hizo un silencio fantasmal cuando dos de ellos, ante nuestros ojos se vinieron abajo. Algunas compañeras gritaban desesperadas porque vivían en esos edificios. No sé cuanto tiempo paso sólo sé que esos instantes se nos hicieron eternos. Cuando por fin el piso dejo de moverse, por muchos minutos no supimos que hacer, todo era confusión, histeria, llanto, y tratabamos de consolarnos unas a las otras.

Después de un tiempo la directora, nos ordeno juntarnos por grados, regístranos en unas listas, también nos pidió obedeciéramos a los dos maestros que iban a estar al frente de cada grupo, pues nos iban a sacar del edificio, la escuela ya no era un lugar seguro para nosotras. No sólo porque era un inmueble de la época del porfiriato sino también, porque la rededor había más construcciones a punto de colapsarse y podían caer sobre nosotras.

Al salir vino lo peor, todo en la calle a nuestro alrededor estaba derrumbado, lo que antes habían sido edificios, ya eran sólo escombros, asustadas algunas dimos pasos a tras, nos negábamos a salir, la calle no parecía un lugar seguro. Pero nos obligaron a seguir caminando. .La maestra al frente de mi grupo, nos dijo .- Caminen rápido, sin mirar nada, si es posible sin oír, tengan cuidado donde pisan, no se suelten de la mano, y no hagan preguntas, no tenemos tiempo. Vamos al camellon en la avenida Chapultepec ahí estaremos más seguras.

Salimos caminando, brincando los escombros, escuchando gritos de dolor, de auxilio, llanto, entre más avanzamos, nos encontrábamos cosas peores; personas desnudas o semi vestidas corriendo en la calle, caos, edificios caídos, pero cuando por fin llegamos a nuestro destino nos topamos con la secundara varonil no.3 en Niños Héroes de Chapultepc derrumbada. Esa escuela donde acudían miles de niños cada mañana, mismos que iban a la salida buscarnos, ahora era nada. Sobre los escombros había muchas personas, entre ellos padres de familia sacando a los muchachos de entre los hierros retorcidos buscando a sus hijos. Vimos como sacaban heridos, muertos, cómo madres al llegar a buscar a sus hijos se desmayaban al ver la escuela demolida. En eso me acorde de algo; ¿dónde estaban mis papas?.

Acababan de dejarme y seguramente no habían alcanzado a salir de la zona. La angustia se apodero de mi, el pánico, el miedo, me paralizo. En ese momento perdí la noción del tiempo, mi mente se puso en blanco, mientras contemplaba esas escenas de dolor, muerte, y sufrimiento, no pensaba en nada, deje de oír, de sentir, hasta que por fin una voz me despertó. A lo lejos vi a mi papá corriendo hacia mí, él venia brincando los escombros, quitándose de encima a los policías que no lo dejaban pasar, pues habían prohibido la entrada a la zona de toda persona ajena al lugar, corriendo como loco gritando mi nombre, trataba de llegar a donde le habían dicho que estábamos, a mi no me permitieron alcanzarlo. Cuando por fin llego y me abrazo, volví a sentirme segura, estaba en sus brazos y sabia que nada malo podría pasarme a su lado, pero y ¿mi mamá?, .- Esta bien esperando a unas cuadras en el carro, es que no nos dejaron pasar a los dos a buscarte. me contesto. Entonces mi alma descanso, estaban bien, en medio del caos, estábamos bien, nosotros rodeados del dolor, habíamos salido ilesos, y eso es algo que siempre le agradeceré a Dios. ¿Donde les toco a ellos? esa es otra historia?....

Al llegar al carro ahí estaba mi mamá llorosa angustiada esperándome. Los abrace, me subieron al carro y junto con otras personas que se habían encontrado en la calle, que vivían por nuestra casa, salimos rumbo a nuestro hogar. Durante todo el trayecto, más y más nos espantábamos, a nuestro paso sólo nos topábamos con pena, muerte, tristeza, llanto, el trayecto fue muy lago y doloroso. Y angustiante pues tengo 7 hermanos, soy la menor de todos, y aun nos faltaba saber como estaban. Al llegar a casa, todo estaba en orden, enseguida, como pudimos, nos comunicamos con nuestros seres queridos. Gracias a Dios, a diferencia de muchas otras familias, nosotros estábamos sanos y salvos, no teníamos perdidas que lamentar.

Después de ese día pase muchas noches sin dormir, no dejaba de sentirme triste, angustiada, nerviosa. Hasta fecha me angustio al oír una ambulancia, y cuando tiembla, me quedo paralizada. Ahora 20 años después estoy feliz de encontrarme viva, de haber estado en medio del caos y haber salido ilesa... pero no por ello olvido a las familias, a todos esos seres humanos que murieron ese día, y entonces digo una oración por ellos.


¿Y tú donde estabas ese día?