04-08-2005, 11:01 PM
Bien.
Me parece que lo he mencionado en éste y otros tópicos: el problema de este país es la enorme ignorancia de la gente. Incluso en este mismo tópico leo frases que me indican que hay gente que no sabe ni de qué está hablando.
Opinar es derecho de todos; pero hay una enorme diferencia entre una simple opinión y una opinión FUNDADA y documentada.
El caso Obrador se ha analizado hasta la náusea en varios foros nacionales, aunque realmente muy pocos son dignos de tomarse en serio. Entre ellos el análisis que realizaron ayer los invitados de Víctor Trujillo fue bastante ilustrativo, sobre todo por la calidad de opinión de los invitados: Federico Reyes Heroles; Lorenzo Meyer, Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín.
Por otro lado, el lunes pasado en "Primer Plano", Leonardo Curzio, José Antonio Crespo y Héctor Basave dieron cátedra de lo que es un análisis serio, más allá de descalificaciones sumarias e infantiles como las que he venido escuchando de muchos en este espacio.
La conclusión es una que en cierto modo comparto: México pierde mucho en este circo que no beneficia a nadie, sobre todo porque la capacidad de razonar desde hace tiempo ha cedido el paso al voto por consigna. El no escuchar al otro es grave y actitudes encomiables como la del buen Campa Ciprián quedan como mera anéctoda (amén de que al pobre tipo es posible que lo corran del PRI).
Las buenas formas de hacer política se han perdido ¿Dónde quedaron los Solana, los Muñoz Ledo, los Castillo Peraza, Los Hebertos Castillo?.
La insania sustituye a la inteligencia; el encono a la caballerosidad.
Pero hay algo que creo que pocos entienden: la polarización en la política RARA VEZ tiene sustento en las capacidades oratorias de cualquiera. Más bien la polarización tiene su base en el sentimiento de impotencia, en la sensación de injusticia y sobre todo en la profunda desiguadad social que existe en este país.
López Obrador, como bien señala Homero, sólo es usufructuario de la ignorancia de la gente y la mencionada desigualdad.
Por su lado, Fox y sus palafreneros son usufructuarios de la buena fe de la gente que en un momento de desesperación decidió votar por un posible cambio que no se dió. Lo grave es que terminaron demostrando que tan mala es la corrupción como la incapacidad de administrar las relaciones sociales y políticas de un país donde la gente no lee libros, pero sí acude babeante a ver pasar el papamóvil.
Finalmente, el resultado de este circo sólo tiene un ganador: el PRI, quien como caballo de hacienda regresará al poder, el cual posiblemente hubiera sido preferible que jamás hubiese perdido.
El desafuero era previsible y entendible. Obrador ha apostado a su carisma y al encono de los desposeídos, y en cualquier escenario quedaría bien parado.
El sabía que el PRI haría lo que fuera por descarrilarlo, ya que sin Obrador tendrían la elección ganada en el 2006. Por su parte Obrador también sabía que el PAN y sus correligionarios eran lo suficientemente estúpidos para caer en el garlito. El problema grave de este asunto es que:
a) Realmente no se equivocó; su adversarios son realmente estúpidos como para hacerlo mártir.
b) En la gente hay un sentimiento de desconfianza en las instituciones, lo cual es pésimo parta cualquier país que aspire a la democracia.
c) Hay un sentimiento de retroceso en el pacto democrático, lo cual empiezan a reflejar TODOS los medios informativos extranjeros. Obviamente, nuestro preclaro presidente sigue queriendo pasarles el dedo por la boca a quienes nos observan desde fuera.
Saludos!
Me parece que lo he mencionado en éste y otros tópicos: el problema de este país es la enorme ignorancia de la gente. Incluso en este mismo tópico leo frases que me indican que hay gente que no sabe ni de qué está hablando.
Opinar es derecho de todos; pero hay una enorme diferencia entre una simple opinión y una opinión FUNDADA y documentada.
El caso Obrador se ha analizado hasta la náusea en varios foros nacionales, aunque realmente muy pocos son dignos de tomarse en serio. Entre ellos el análisis que realizaron ayer los invitados de Víctor Trujillo fue bastante ilustrativo, sobre todo por la calidad de opinión de los invitados: Federico Reyes Heroles; Lorenzo Meyer, Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín.
Por otro lado, el lunes pasado en "Primer Plano", Leonardo Curzio, José Antonio Crespo y Héctor Basave dieron cátedra de lo que es un análisis serio, más allá de descalificaciones sumarias e infantiles como las que he venido escuchando de muchos en este espacio.
La conclusión es una que en cierto modo comparto: México pierde mucho en este circo que no beneficia a nadie, sobre todo porque la capacidad de razonar desde hace tiempo ha cedido el paso al voto por consigna. El no escuchar al otro es grave y actitudes encomiables como la del buen Campa Ciprián quedan como mera anéctoda (amén de que al pobre tipo es posible que lo corran del PRI).
Las buenas formas de hacer política se han perdido ¿Dónde quedaron los Solana, los Muñoz Ledo, los Castillo Peraza, Los Hebertos Castillo?.
La insania sustituye a la inteligencia; el encono a la caballerosidad.
Pero hay algo que creo que pocos entienden: la polarización en la política RARA VEZ tiene sustento en las capacidades oratorias de cualquiera. Más bien la polarización tiene su base en el sentimiento de impotencia, en la sensación de injusticia y sobre todo en la profunda desiguadad social que existe en este país.
López Obrador, como bien señala Homero, sólo es usufructuario de la ignorancia de la gente y la mencionada desigualdad.
Por su lado, Fox y sus palafreneros son usufructuarios de la buena fe de la gente que en un momento de desesperación decidió votar por un posible cambio que no se dió. Lo grave es que terminaron demostrando que tan mala es la corrupción como la incapacidad de administrar las relaciones sociales y políticas de un país donde la gente no lee libros, pero sí acude babeante a ver pasar el papamóvil.
Finalmente, el resultado de este circo sólo tiene un ganador: el PRI, quien como caballo de hacienda regresará al poder, el cual posiblemente hubiera sido preferible que jamás hubiese perdido.
El desafuero era previsible y entendible. Obrador ha apostado a su carisma y al encono de los desposeídos, y en cualquier escenario quedaría bien parado.
El sabía que el PRI haría lo que fuera por descarrilarlo, ya que sin Obrador tendrían la elección ganada en el 2006. Por su parte Obrador también sabía que el PAN y sus correligionarios eran lo suficientemente estúpidos para caer en el garlito. El problema grave de este asunto es que:
a) Realmente no se equivocó; su adversarios son realmente estúpidos como para hacerlo mártir.
b) En la gente hay un sentimiento de desconfianza en las instituciones, lo cual es pésimo parta cualquier país que aspire a la democracia.
c) Hay un sentimiento de retroceso en el pacto democrático, lo cual empiezan a reflejar TODOS los medios informativos extranjeros. Obviamente, nuestro preclaro presidente sigue queriendo pasarles el dedo por la boca a quienes nos observan desde fuera.
Saludos!