11-24-2007, 03:03 PM
Es la historia de Pim (Masha Wattanapanich), una joven que parece tener una vida tranquila junto a su novio Wee (Vittaya Wasukraipaisan). Cuando celebra su cumpleaños, le llega la noticia de que su madre sufrió un paro cardiaco y esta en coma. Pim y Wee acuden al hospital donde la señora esta internada. Mientras esperan su recuperación, la pareja se queda en la casa donde Pim se crió junto a su hermana gemela siamesa Ploy, con quien tenia que estar junta hasta que los doctores las separaron y Ploy murió.
Ya al poco rato de estar en esa casa, Pim es asediada por fantasmales apariciones de lo que ella cree es el espíritu de Ploy, quien intenta matarla. Lo que al principio parece un poco de locura, se va convirtiendo en sucesos macabros que desembocan en un final inesperado.
Llega una película más de horror asiático. Esta vez “Nunca Estamos Solos” (Alone) es dirigida y escrita por Banjong Pisanthanakun y Parkpoom Wongpoom, los responsables de “Shutter, Están Entre Nosotros”, otra película que trataba sobre sucesos sobrenaturales que se desarrollaban a través de fotografías de fantasmas y que no hace mucho igualmente salio en cine y luego en DVD tanto importado como nacional.
Sobra decir que “Nunca Estamos Solos” no es novedosa. El desarrollo y escenas son muy similares a “Shutter” y a otras películas orientales de horror que se realizaron a raíz del éxito de las originales “El Aro” y “La Maldición”. Las apariciones repentinas y espectrales de menos de un segundo de duración, figuras tenebrosas en medio de la oscuridad y una historia que no era lo que se pensaba son ya clichés de este tipo de películas. En ese sentido quien espere algo original se llevará una gran decepción.
Por si fuera poco, la engañosa historia no es tan truculenta como se esperaba y estoy seguro que muchos espectadores descubrirán la verdadera trama sin hacer mucho esfuerzo, sobre todo si son aficionados al horror oriental. Al final habrá algunas preguntas sin contestar y las apariciones sobrenaturales que al principio funcionan se pueden volver molestas, además de no añadir ningún significado a la película.
Los decorados de la película cumplen. La casa y sus rincones oscuros y tenebrosos son buen caldo de cultivo para los momentos horripilantes. Dos o tres sustos asegurados (más si vas con una novia sensible a los sustos en el cine) y una historia muy sencilla. No es que sea una mala película, es solo que ya se ha visto muchas veces.
Ya al poco rato de estar en esa casa, Pim es asediada por fantasmales apariciones de lo que ella cree es el espíritu de Ploy, quien intenta matarla. Lo que al principio parece un poco de locura, se va convirtiendo en sucesos macabros que desembocan en un final inesperado.
Llega una película más de horror asiático. Esta vez “Nunca Estamos Solos” (Alone) es dirigida y escrita por Banjong Pisanthanakun y Parkpoom Wongpoom, los responsables de “Shutter, Están Entre Nosotros”, otra película que trataba sobre sucesos sobrenaturales que se desarrollaban a través de fotografías de fantasmas y que no hace mucho igualmente salio en cine y luego en DVD tanto importado como nacional.
Sobra decir que “Nunca Estamos Solos” no es novedosa. El desarrollo y escenas son muy similares a “Shutter” y a otras películas orientales de horror que se realizaron a raíz del éxito de las originales “El Aro” y “La Maldición”. Las apariciones repentinas y espectrales de menos de un segundo de duración, figuras tenebrosas en medio de la oscuridad y una historia que no era lo que se pensaba son ya clichés de este tipo de películas. En ese sentido quien espere algo original se llevará una gran decepción.
Por si fuera poco, la engañosa historia no es tan truculenta como se esperaba y estoy seguro que muchos espectadores descubrirán la verdadera trama sin hacer mucho esfuerzo, sobre todo si son aficionados al horror oriental. Al final habrá algunas preguntas sin contestar y las apariciones sobrenaturales que al principio funcionan se pueden volver molestas, además de no añadir ningún significado a la película.
Los decorados de la película cumplen. La casa y sus rincones oscuros y tenebrosos son buen caldo de cultivo para los momentos horripilantes. Dos o tres sustos asegurados (más si vas con una novia sensible a los sustos en el cine) y una historia muy sencilla. No es que sea una mala película, es solo que ya se ha visto muchas veces.