Valentin

[DAN]

Mirada romántica de la vida real
"Valentín", una visión de la niñez solitaria de Alejandro Agresti

Cartelera de cine
"Los hombres somos más románticos", le repite varias veces Rulfo al pequeño Valentín, y es ahí donde está la clave de todo: “Valentín”, película de Alejandro Agresti, es una visión romántica de su propia niñez solitaria.


El director argentino no ha negado que se trata de una historia basada en una parte de su propia vida. Al final, el pequeño protagonista lo dice: no conseguí unos padres pero sí una historia qué contar, y

que cuenta desde la mirada inocente de un chico de nueve años que no se da por vencido, al tratar de reinventarse una familia.


En la telenovela de su vida, su grey está dispersa. Vive con una abuela que no deja de quejarse y añorar al marido muerto un año atrás; suspirando por una madre que desapareció cuando él tenía tres años y un

padre que lo atiende poco menos que nada y va de novia en novia sin hallar a su mujer ideal.


Película de exorcismo para el propio director quien interpreta a su propio padre, duro papel, y dada la crueldad de su progenitor su visión romántica se despliega en no hacer juicios sumarios.


Muestra a Valentín como un niño inteligente e imaginativo, amoroso a pesar del desamor que vive, lleno de esperanza hacia el futuro aunque consciente de que la vida le puede ganar (el hombre llega a la luna antes de que él crezca y se haga él astronauta) y un sueño cae: muere el Che Guevara asesinado en Bolivia, todo en un lapso de tiempo que no se marca de manera clara.


Ello, sin considerar que él no tenía la edad de Valentín cuando sucedieron -era más pequeño- y son licencias, sin duda, para mostrar un personaje más interesante, vivaz y despierto a los múltiples avatares de la vida.


Tierna, conmovedora, a pesar de todo, la película pone todo el peso de la historia en un niño de nueve años, que lo sabe cargar bien. En todas las escenas sin excepción, está Valentín, quizá como reafirmación ególatra de lo que pudo haber sido y no fue; o como subrayado de que el mundo, su mundo, fue así y no de otra forma, y de que su fuerza, valor y simpatía, lo llevaron a salir adelante, a pesar de los traumas que ahora en vez de psicoanalista, cura con imágenes.


No en balde buscó a Carmen Maura para el papel de su abuela, porque "tiene sus mismos ojos" y se puso a regañarse a sí mismo cuando le espanta una novia.


Quién sabe si su autotena película le funcionó al cineasta argentino. En todo caso, para el espectador, Rodrigo Noya, el chavito que le hace de Valentín, bien vale la sentada para verla, y sobre todo encontrarse con un cinta que habla de soledad en la que puede crecer un pequeño y cómo esto lo puede marcar.

Valentín
Argentina, 2002
Dir. Alejandro Agresti
Con Rodrigo Noya, Carmen Maura y Julieta Cardinali

Quiero ver esta movie!!! Pero no llega acá...

Alguien del are metropolitan ya la vio??????????
Como esta???