05-05-2005, 05:51 AM
ANAKIN ALTERNATIVO
Los jovenes Darth Vaders que podrían haber sido
Hayden Christiansen
Mientras escribo el presente artículo, el intervalo temporal que nos separa entre el presente y el estreno de La Venganza de los Sith, el episodio definitivo de Star Wars (al menos si no contamos con posibles series televisivas, o inevitables continuaciones en clave de novela, comic o videojuego) se hace cada vez más pequeño, mientras los fans de todo el mundo contenemos el aliento: ¿habra dado finalmente el demiurgo George Lucas en el blanco, después de los (relativos y debatibles) fiascos de los Episodios I y II? ¿Estará finalmente el Episodio III a la altura de las expectativas de los aficionados que tenemos en nuestro cinéfilo altar particular a las películas de la trilogía original? Los sucesivos trailers así parecen sugerirlo, pues parece que la nueva película profundiza en los temas que los fans de toda la vida esperábamos, y que hasta ahora solo habían aparecido de forma tangencial: la progresiva corrupción de Anakin, la aniquilación final de los caballeros jedi o la eclosión definitiva del bueno de Palpatine (ese momento glorioso en el que, al salirle al paso unos cuantos caballeros jedi que ya han caido en la cuenta -¡al fin!- de que el fulano no es trigo limpio, les replica al más puro estilo Taxi Driver "¿no me estará amenazando?" antes de tirárseles a la garganta sable laser en mano en una cabriola letal que hace dar un respingo al mismísimo Mace Windu...).
Sin embargo, por muy bueno -Lucas lo quiera- que pueda ser el guión del Episodio III, uno no puede evitar pensar que hay daños dificilmente reversibles ante los errores de casting perpetrados sobre el protagonista de la saga, Anakin Skywalker. Se puede perdonar en La Amenaza Fantasma a Lucas y sus guionistas mostrar al pequeño Hitler a sus 8 añitos con la cara de querubín de Jake Lloyd, que al fin y al cabo, no caía totalmente en el rol del niño mono y adorable, y sabía poner la cara de pocos amigos que cabría esperar del futuro traidor cómplice del exterminio de los caballeros jedi.
Pero el drama llega con El Ataque de los Clones y la llegada de Hayden Christiansen. He llegado a ver unas 5 o 6 veces la película, en cine, en DVD, solo, en compañía, en castellano y en V.O., buscando un resquicio de esperanza, un rayo de sol en medio de las tinieblas, un detalle que redimiera lo irredimible... pero nada. La interpretación de Christiansen solo puede calificarse, siendo generosos, de desafortunada: ¿¿Pero en que estaban pensando cuando contrataron a este tipo?? Donde todos esperabamos a un joven de mirada torva e inquietante, nos encontramos a un adolescente sin carisma con una actitud de niño malcriado que hace dificil de creer, no ya que la princesa Amidala termine colada por él, sino que los mismos jedi no le echen a patadas por impresentable ¿Como podemos creernos que ese crío llorón, malcriado y balbuceante se convertirá en la bestia negra conocida como Darth Vader? Las más de la veces, donde se pretendía que Anakin fuera inquietante y amenazador, el personaje se queda en cargante, por no hablar de la inexistente química entre el actor y Natalie Portman, la reina Amidala...
Así que me he permitido jugar un poco a cambiar la historia. Si fuera el jefe de casting de Lucasfilm, ¿cual habría sido mi elección? Tras darle unas cuantas vueltas, estas habrían sido mis opciones...
Elijah Wood
Si de lo que se trataba era de mostrar el progresivo desmoronamiento moral de Anakin Skywalker en su camino hacia el casco de Darth Vader, la verdad es que Elijah Wood hubiera sido una excelente opción. No en balde, su interpretación de Bilbo Bolsón, el hobbit del Señor de los Anillos, y de los efectos que la influencia corruptora del Anillo Único tiene a nivel físico y mental en su periplo por la Tierra Media, son ejemplares. Además, está el hecho de que Elijah es un fan letal de Star Wars, con su propia colección de figuras de acción y todo, y que en más de una ocasión había mencionado su interés por hacer de Anakin Skywalker, antes del casting letal (otros rumores no muy fiables pero si curiosos sugerían que podría haber aparecido en el Episodio III como un joven Han Solo...). Además, se trata de un actor carismático, que habría logrado que el público simpatizara con el irritante padawan, y que nos implicara en su caída en el lado oscuro. Quizás el único punto negro puede ser su baja estatura, pero ¡que demonios!, si Peter Jackson hizo que nos creyeramos que Elijah - Frodo Bolsón medía metro treinta ¿Acaso George Lucas no hubiera conseguido, de proponerselo, que nos creyeramos a un Elijah Wood de casi dos metros? (diantres, seguro que se gasto más en animar a Jar Jar Binks...)
James Franco
Uno de esos actores jovenes cuyo nombre no es fácilmente identificable por el público más ocasional, aunque la cara resulte bastante familiar. Algo muy natural teniendo en cuenta que aparece como el mejor amigo de Peter Parker en dos de los mayores y mejores blockbusters de los últimos años, Spiderman y Spiderman II, películas en las cuales, a pesar de mantener un papel secundario, tiene ocasión de lucirse a base de bien. En la primera entrega, su interpretación como Harry Osborn, adolescente rico al que su psicótico padre no hace ni caso es más que convincente, pero su momento de gloria llega en Spiderman II, donde muestra como el personaje ha evolucionado, se ha hecho más adulto y al mismo tiempo está lleno de una rabia homicida que le hace traicionar a su mejor amigo. Mmm, adolescencia complicada, rabia, traición... Parece que el señor Raimi tuvo mejor ojo que Lucas a la hora de hacer un casting. Además de tener la edad y el aspecto físico apropiado para el papel (por lo menos parece alto, o igual es por aparecer siempre junto a Tobey Maguire, que es más bien bajito). Además de esto, la calidad de James Franco como actor (se ha codeado con monstruos como Malcolm McDowell o Robert de Niro) está más que probada. Como muestra, aquellos momentos de Spiderman II en los que se las apaña para mimetizarse en una versión más joven de William Dafoe, su padre en la ficción y Duende Verde original en Spiderman, en algunos de los momentos más inquietantes de la saga aracnida.
Tom Weiling
¿El joven Superman de Smallville para interpretar a uno de los iconos de villano más conocidos en la historia del cine? Bueno, no es precisamente un disparate si revisamos de arriba a abajo la serie del joven Clark Kent. Aunque la interpretación de Weiling es básicamente la de un personaje positivo, excusas argumentales como el efecto pertubardor de la kriptonita roja en la mente de Clark, o la influencia de sus ancestros kriptonianos, mucho más agresivos y beligerantes que los que aparecen en el comic original, permiten al actor lucir un lado bastante más siniestro y perturbador del que cabría esperar del sanote joven de Kansas. Además, es capaz de mantener el interés de la subtrama amorosa de la serie practicamente él solo, a pesar de tener como pareja romántica a un personaje tan soso como Kristin Kreuk, la versión de Lana Lang en la serie, poco más que la típica animadora de pueblecito yanqui (no se yo que le ve, teniendo a Cloe, un personaje mucho más atractivo y con mucha más fuerza). ¿Que no hubiera hecho con Natalie Portman como pareja? Seguro que los interludios amorosos del Episodio II no nos hubieran resultado tan risibles, y hubieramos llegado a creernos que la princesa Amidala pueda sentirse atraida por el joven aprendiz de Mussolini...
David Boreanaz
Uno de los grandes descubrimientos del productor televisivo Joss Whedon, que, por cierto, ha ido colocando con mayor o menor éxito a no pocos de los actores de su series en el mundo del cine (y si no que se lo digan a Sarah Michelle Gellar, a Seth Green o a ). Más conocido como Angel, el vampiro de buen corazón y alma torturada que se gana el corazón de la Cazadora en la serie de televisión de Buffy Cazavampiros, probó tener el suficiente carisma como para que le dieran a él y a su personaje su propia serie de televisión. De su capacidad para haber interpretado al joven Anakin, basta con ver el desarrollo de su personaje tanto en Buffy como en Angel: Su personaje, básicamente de buen corazón, se debate en el remordimiento por todas las salvajadas que ha hecho como vampiro a lo largo de su vida, cae en más de una ocasión en el, ejem, reverso tenebroso vampírico, y su relación con Buffy tiene un tono trágico, sabedores ambos de que la consumación de su amor es imposible (Vaya, esto me es vágamente familiar, galacticamente familiar diría yo). Y por si fuera poco, el tipo es un tiarrón con una constitución física que no tiene nada que envidiar a la de Dave Prowse, el Darth Vader primigenio. Y de su potencial para interpretar iconos archiconocidos, baste decir que su nombre sonó durante mucho tiempo en las quinielas para el papel protagonista de Batman Begins, aunque al final Christian Bale se llevara el gato al agua. En su contra para hacer de Anakin, aparte del hecho de que está muy encasillado en el papel que le dio la fama, es que tiene un aspecto de treintañero que hace dificil hacerle pasar por un chaval angustiado adolescente.
El Anakin Animado
Si, no estoy bromeando. Para los despistados, estoy hablando de The Clone Wars, spin off de la nueva trilogía galáctica creado para el canal Cartoon Network por uno de los genios actuales de los dibujos animados en 2D, Gendy Tartakowski (Las Supernenas, Samurai Jack). De la serie se han hecho 3 temporadas, las dos primeras con microepisodios de 5 minutos cada una, y una última con episodios más largos, de unos 10 minutos cada uno. Baste decir que en la serie, una pequeña obra maestra ambientada entre el intervalo entre el Episodio II y el Episodio III, la imagen que se nos da de Anakin, siendo fiel al aspecto físico de Hayden Christiansen en las mencionadas entregas, consigue presentar a un Anakin Skywalker mucho más siniestro e intimidante del que hayamos podido ver nunca, así como trabajar un poco su progresiva lucha contra el lado oscuro de su alma. Algunos momentos memorables de la serie incluyen una prueba similar a la que pasa Luke Skywalker en el Arbol de Dagobah, o la escena en los que aplasta los tubos de respiración de un grupo de militares en armadura, que parece adelantar los gañotes mentales que son la marca de fábrica de Darth Vader, y en ningún momento la serie remite a la penosa impresión de niñato impresentable que sufrimos en el Episodio II. Personalmente no me importaría que en La Venganza de los Sith hubieran hecho como en ¿Quien engaño a Roger Rabbit?, sobreimprimiendo al personaje animado por Tartakovsy sobre el actor real. Os prometo que todos hubieramos salido ganando... Claro que también Clone Wars tiene a su favor que al ser una serie con episodios de muy corta duración, no hay tiempo más que para meter acción pura y dura, por lo que la serie puede eludir los interludios románticos que nos obligan a padecer algunos de los momentos más embarazosos de la saga galáctica en el Episodio II.
Conclusión
La conclusión a toda esta serie de divagaciones es que uno no puede dejar de preguntarse como es posible que habiendo tal cantidad de actores jovenes, buenos, carismáticos e intensos ahí fuera, la elección final fuera tan desafortunada. ¿O no lo fue realmente? Hayden Christiansen no es ningún inutil, a pesar del desaguisado de El Ataque de los Clones: Ha trabajado en producciones dramáticas de calidad, como El Precio de la Verdad, La Casa de Mi Vida o Las Vírgenes Suicidas, con actores de la talla de Kevin Kline o Peter Skargard. ¿Es solo responsabilidad suya el resultado final, o una falta de inspiración de George Lucas, a la hora de dirigir actores o escribir diálogos? En todo caso, habiendo visto los trailers del Episodio III, uno, que es optimista por naturaleza, no puede dejar de concebir esperanzas: El Anakin que aparece en los trailers es el Anakin torvo, siniestro, de mirada asesina y casi enloquecido que todos estábamos esperando ¿habrá por fin terminado captando al personaje en la entrega final de la saga galactica? La respuesta, próximamente en su cine...
Pagina :hiperespacio.dreams.com
Los jovenes Darth Vaders que podrían haber sido
Hayden Christiansen
Mientras escribo el presente artículo, el intervalo temporal que nos separa entre el presente y el estreno de La Venganza de los Sith, el episodio definitivo de Star Wars (al menos si no contamos con posibles series televisivas, o inevitables continuaciones en clave de novela, comic o videojuego) se hace cada vez más pequeño, mientras los fans de todo el mundo contenemos el aliento: ¿habra dado finalmente el demiurgo George Lucas en el blanco, después de los (relativos y debatibles) fiascos de los Episodios I y II? ¿Estará finalmente el Episodio III a la altura de las expectativas de los aficionados que tenemos en nuestro cinéfilo altar particular a las películas de la trilogía original? Los sucesivos trailers así parecen sugerirlo, pues parece que la nueva película profundiza en los temas que los fans de toda la vida esperábamos, y que hasta ahora solo habían aparecido de forma tangencial: la progresiva corrupción de Anakin, la aniquilación final de los caballeros jedi o la eclosión definitiva del bueno de Palpatine (ese momento glorioso en el que, al salirle al paso unos cuantos caballeros jedi que ya han caido en la cuenta -¡al fin!- de que el fulano no es trigo limpio, les replica al más puro estilo Taxi Driver "¿no me estará amenazando?" antes de tirárseles a la garganta sable laser en mano en una cabriola letal que hace dar un respingo al mismísimo Mace Windu...).
Sin embargo, por muy bueno -Lucas lo quiera- que pueda ser el guión del Episodio III, uno no puede evitar pensar que hay daños dificilmente reversibles ante los errores de casting perpetrados sobre el protagonista de la saga, Anakin Skywalker. Se puede perdonar en La Amenaza Fantasma a Lucas y sus guionistas mostrar al pequeño Hitler a sus 8 añitos con la cara de querubín de Jake Lloyd, que al fin y al cabo, no caía totalmente en el rol del niño mono y adorable, y sabía poner la cara de pocos amigos que cabría esperar del futuro traidor cómplice del exterminio de los caballeros jedi.
Pero el drama llega con El Ataque de los Clones y la llegada de Hayden Christiansen. He llegado a ver unas 5 o 6 veces la película, en cine, en DVD, solo, en compañía, en castellano y en V.O., buscando un resquicio de esperanza, un rayo de sol en medio de las tinieblas, un detalle que redimiera lo irredimible... pero nada. La interpretación de Christiansen solo puede calificarse, siendo generosos, de desafortunada: ¿¿Pero en que estaban pensando cuando contrataron a este tipo?? Donde todos esperabamos a un joven de mirada torva e inquietante, nos encontramos a un adolescente sin carisma con una actitud de niño malcriado que hace dificil de creer, no ya que la princesa Amidala termine colada por él, sino que los mismos jedi no le echen a patadas por impresentable ¿Como podemos creernos que ese crío llorón, malcriado y balbuceante se convertirá en la bestia negra conocida como Darth Vader? Las más de la veces, donde se pretendía que Anakin fuera inquietante y amenazador, el personaje se queda en cargante, por no hablar de la inexistente química entre el actor y Natalie Portman, la reina Amidala...
Así que me he permitido jugar un poco a cambiar la historia. Si fuera el jefe de casting de Lucasfilm, ¿cual habría sido mi elección? Tras darle unas cuantas vueltas, estas habrían sido mis opciones...
Elijah Wood
Si de lo que se trataba era de mostrar el progresivo desmoronamiento moral de Anakin Skywalker en su camino hacia el casco de Darth Vader, la verdad es que Elijah Wood hubiera sido una excelente opción. No en balde, su interpretación de Bilbo Bolsón, el hobbit del Señor de los Anillos, y de los efectos que la influencia corruptora del Anillo Único tiene a nivel físico y mental en su periplo por la Tierra Media, son ejemplares. Además, está el hecho de que Elijah es un fan letal de Star Wars, con su propia colección de figuras de acción y todo, y que en más de una ocasión había mencionado su interés por hacer de Anakin Skywalker, antes del casting letal (otros rumores no muy fiables pero si curiosos sugerían que podría haber aparecido en el Episodio III como un joven Han Solo...). Además, se trata de un actor carismático, que habría logrado que el público simpatizara con el irritante padawan, y que nos implicara en su caída en el lado oscuro. Quizás el único punto negro puede ser su baja estatura, pero ¡que demonios!, si Peter Jackson hizo que nos creyeramos que Elijah - Frodo Bolsón medía metro treinta ¿Acaso George Lucas no hubiera conseguido, de proponerselo, que nos creyeramos a un Elijah Wood de casi dos metros? (diantres, seguro que se gasto más en animar a Jar Jar Binks...)
James Franco
Uno de esos actores jovenes cuyo nombre no es fácilmente identificable por el público más ocasional, aunque la cara resulte bastante familiar. Algo muy natural teniendo en cuenta que aparece como el mejor amigo de Peter Parker en dos de los mayores y mejores blockbusters de los últimos años, Spiderman y Spiderman II, películas en las cuales, a pesar de mantener un papel secundario, tiene ocasión de lucirse a base de bien. En la primera entrega, su interpretación como Harry Osborn, adolescente rico al que su psicótico padre no hace ni caso es más que convincente, pero su momento de gloria llega en Spiderman II, donde muestra como el personaje ha evolucionado, se ha hecho más adulto y al mismo tiempo está lleno de una rabia homicida que le hace traicionar a su mejor amigo. Mmm, adolescencia complicada, rabia, traición... Parece que el señor Raimi tuvo mejor ojo que Lucas a la hora de hacer un casting. Además de tener la edad y el aspecto físico apropiado para el papel (por lo menos parece alto, o igual es por aparecer siempre junto a Tobey Maguire, que es más bien bajito). Además de esto, la calidad de James Franco como actor (se ha codeado con monstruos como Malcolm McDowell o Robert de Niro) está más que probada. Como muestra, aquellos momentos de Spiderman II en los que se las apaña para mimetizarse en una versión más joven de William Dafoe, su padre en la ficción y Duende Verde original en Spiderman, en algunos de los momentos más inquietantes de la saga aracnida.
Tom Weiling
¿El joven Superman de Smallville para interpretar a uno de los iconos de villano más conocidos en la historia del cine? Bueno, no es precisamente un disparate si revisamos de arriba a abajo la serie del joven Clark Kent. Aunque la interpretación de Weiling es básicamente la de un personaje positivo, excusas argumentales como el efecto pertubardor de la kriptonita roja en la mente de Clark, o la influencia de sus ancestros kriptonianos, mucho más agresivos y beligerantes que los que aparecen en el comic original, permiten al actor lucir un lado bastante más siniestro y perturbador del que cabría esperar del sanote joven de Kansas. Además, es capaz de mantener el interés de la subtrama amorosa de la serie practicamente él solo, a pesar de tener como pareja romántica a un personaje tan soso como Kristin Kreuk, la versión de Lana Lang en la serie, poco más que la típica animadora de pueblecito yanqui (no se yo que le ve, teniendo a Cloe, un personaje mucho más atractivo y con mucha más fuerza). ¿Que no hubiera hecho con Natalie Portman como pareja? Seguro que los interludios amorosos del Episodio II no nos hubieran resultado tan risibles, y hubieramos llegado a creernos que la princesa Amidala pueda sentirse atraida por el joven aprendiz de Mussolini...
David Boreanaz
Uno de los grandes descubrimientos del productor televisivo Joss Whedon, que, por cierto, ha ido colocando con mayor o menor éxito a no pocos de los actores de su series en el mundo del cine (y si no que se lo digan a Sarah Michelle Gellar, a Seth Green o a ). Más conocido como Angel, el vampiro de buen corazón y alma torturada que se gana el corazón de la Cazadora en la serie de televisión de Buffy Cazavampiros, probó tener el suficiente carisma como para que le dieran a él y a su personaje su propia serie de televisión. De su capacidad para haber interpretado al joven Anakin, basta con ver el desarrollo de su personaje tanto en Buffy como en Angel: Su personaje, básicamente de buen corazón, se debate en el remordimiento por todas las salvajadas que ha hecho como vampiro a lo largo de su vida, cae en más de una ocasión en el, ejem, reverso tenebroso vampírico, y su relación con Buffy tiene un tono trágico, sabedores ambos de que la consumación de su amor es imposible (Vaya, esto me es vágamente familiar, galacticamente familiar diría yo). Y por si fuera poco, el tipo es un tiarrón con una constitución física que no tiene nada que envidiar a la de Dave Prowse, el Darth Vader primigenio. Y de su potencial para interpretar iconos archiconocidos, baste decir que su nombre sonó durante mucho tiempo en las quinielas para el papel protagonista de Batman Begins, aunque al final Christian Bale se llevara el gato al agua. En su contra para hacer de Anakin, aparte del hecho de que está muy encasillado en el papel que le dio la fama, es que tiene un aspecto de treintañero que hace dificil hacerle pasar por un chaval angustiado adolescente.
El Anakin Animado
Si, no estoy bromeando. Para los despistados, estoy hablando de The Clone Wars, spin off de la nueva trilogía galáctica creado para el canal Cartoon Network por uno de los genios actuales de los dibujos animados en 2D, Gendy Tartakowski (Las Supernenas, Samurai Jack). De la serie se han hecho 3 temporadas, las dos primeras con microepisodios de 5 minutos cada una, y una última con episodios más largos, de unos 10 minutos cada uno. Baste decir que en la serie, una pequeña obra maestra ambientada entre el intervalo entre el Episodio II y el Episodio III, la imagen que se nos da de Anakin, siendo fiel al aspecto físico de Hayden Christiansen en las mencionadas entregas, consigue presentar a un Anakin Skywalker mucho más siniestro e intimidante del que hayamos podido ver nunca, así como trabajar un poco su progresiva lucha contra el lado oscuro de su alma. Algunos momentos memorables de la serie incluyen una prueba similar a la que pasa Luke Skywalker en el Arbol de Dagobah, o la escena en los que aplasta los tubos de respiración de un grupo de militares en armadura, que parece adelantar los gañotes mentales que son la marca de fábrica de Darth Vader, y en ningún momento la serie remite a la penosa impresión de niñato impresentable que sufrimos en el Episodio II. Personalmente no me importaría que en La Venganza de los Sith hubieran hecho como en ¿Quien engaño a Roger Rabbit?, sobreimprimiendo al personaje animado por Tartakovsy sobre el actor real. Os prometo que todos hubieramos salido ganando... Claro que también Clone Wars tiene a su favor que al ser una serie con episodios de muy corta duración, no hay tiempo más que para meter acción pura y dura, por lo que la serie puede eludir los interludios románticos que nos obligan a padecer algunos de los momentos más embarazosos de la saga galáctica en el Episodio II.
Conclusión
La conclusión a toda esta serie de divagaciones es que uno no puede dejar de preguntarse como es posible que habiendo tal cantidad de actores jovenes, buenos, carismáticos e intensos ahí fuera, la elección final fuera tan desafortunada. ¿O no lo fue realmente? Hayden Christiansen no es ningún inutil, a pesar del desaguisado de El Ataque de los Clones: Ha trabajado en producciones dramáticas de calidad, como El Precio de la Verdad, La Casa de Mi Vida o Las Vírgenes Suicidas, con actores de la talla de Kevin Kline o Peter Skargard. ¿Es solo responsabilidad suya el resultado final, o una falta de inspiración de George Lucas, a la hora de dirigir actores o escribir diálogos? En todo caso, habiendo visto los trailers del Episodio III, uno, que es optimista por naturaleza, no puede dejar de concebir esperanzas: El Anakin que aparece en los trailers es el Anakin torvo, siniestro, de mirada asesina y casi enloquecido que todos estábamos esperando ¿habrá por fin terminado captando al personaje en la entrega final de la saga galactica? La respuesta, próximamente en su cine...
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