05-19-2005, 08:34 PM
Para no escribir otra crónica, pego aquí lo que ya escribí:
Hoy 11:30 am, llego a Cinemex Ticomán con mi boleto de Star Wars Episodio 3 hirviendo de nerviosismo, ansias, una emoción totalmente indescriptible, nueva para mi, que nunca pensé que una película podría causar.
Costaba, y aun cuesta trabajo pensar que una odisea de 28 años iba a terminar en escasas 3 horas.
De cajón, comprar un combo, aunque iba solo, y un Combo grande era demasiado para una sola persona, de inmediato pensé.... "Hombre, estas a punto de entrar a un momento histórico. Irrepetible. Date el gusto" y que entro a la sala con mis palomotas y refrescote.
Eran las 11:50 y en la sala no cabía ni un alfiler. Día laboral, casi a media semana, en horario de escuela y trabajo. Pero ahi estabamos. Si señor, esto es una vez en la vida. Ejecutivos, parejas mayores, matrimonios, chavitos de la escuela, jóvenes estudiantes.
Luces apagadas, como magia, el aire se llenó de una emoción EPICA. Murmullos, cuchicheos, respiraciones que de pronto se agitaron y se aceleraron. Uno tras otro, los anuncios fueron eternos. Ford Fiesta. Pepsi. Nissan. Luego trailers. Los 4 fantásticos. La guerra de los mundos. Batman inicia. ETERNOS. Todos rogabamos que acabaran. Y luego el anuncio de sonido cinemex. Presentación estelar. Dolby Digital.
Y cuando todos herviamos de expectación e impaciencia.... la fanfarria de 20th century fox cortó el aliento de la sala entera. Fundido en negro. Lucasfilm LTD. Negro de nuevo. Y entonces, el éxtasis en el corazón de ver por última vez esa frase en la pantalla:
A long time ago, in a galaxy far, far away....
BOOM!!! El himno de John Williams estalla junto con los aplausos eufóricos, las palabras STAR WARS se alejan en el espacio despidiéndose de todos, diciendo hasta siempre, se alejan hasta perderse.
Episodio 3. La venganza del Sith. De nuevo, por ultima vez, el texto se desliza por la pantalla y se pierde en el espacio.
De aqui, no hay palabras que describan las siguientes 2 horas y media. Porque nunca, JAMAS, imaginé siquiera que se pudiera vivir tal intensidad en un cine. No existen minutos de respiro en el episodio 3. Son poco mas de 2 horas que cierran un circulo de 28 años, pero mas allá de eso, La venganza del Sith mueve emociones desde las entrañas con una capacidad que yo desconocía por completo de Lucas: Trazar auténtica poesía en la imagen.
La primera secuencia es uno de los mejores arranques jamás vistos, no existe mejor forma de comenzar la película.
Pero después, inmediatamente después de terminar con esa vertiginosa muestra de cine puro, que se permite algunos toques de humor combinados con su crudeza de forma magistral, en La venganza del Sith ya no queda espacio para la esperanza. Asistimos a una tragedia sin redención, una caída libre en los abismos del horror, a medida que los personajes se envuelven en lo trágico, en la crudeza de su historia, en la impotencia de un degenere progresivo que no se puede parar.
No se puede elegir la mejor secuencia del filme, porque tendríamos que elegir o TODAS o ninguna.
Uno no puede creer que Hayden Christensen sea el que está actuando en ese momento. Es mucho más que impresionante, verlo encarnar de lleno a esa alma que con cada minuto que pasa se acerca más a su perdición.
Y la unica interpretación que le hace la lucha es el soberbio Ian McDiarmid, el emperador y canciller Palpatine merece el oscar. Con un exquisito acento Shakesperiano y un odio corrosivo aun después del maquillaje, McDiarmid no representa al mal. ES el mal en si mismo.
Ok, ok. Aqui lo voy a confesar con todos ustedes. La venganza del Sith me arrancó lagrimas de todo tipo. Lágrimas de nostalgia al ver por ejemplo a Chewbacca rugir, a Grand Moff Tarkin. Las lágrimas de la mas profunda tristeza, en esa secuencia de Padmé en el balcón de Corouscant.
Las lágrimas que salen inexplicablemente, cuando pensaba que cada vez faltaba menos para que terminara. Las lágrimas de la mayor emoción.
¿Mi momento favorito? Es dificil, casi imposible, pero creo que al final, es claro: La respiración de Darth Vader cortó el aliento de toda la sala, y se puede sentir en ese momento, a todos los corazones deteniendose en el mismo instante. Y decenas de gritos y suspiros ahogados por la emoción.
Puede que el Episodio III no sea una obra de arte, puede que tenga alguna pequeña falla. Pero una cosa es segura: Es, por mucho, una de las experiencias mas edificantes que ha dado el cine en toda su historia, y las casi 3 horas mas gloriosas que he pasado dentro de una sala de cine. Esta película está mucho mas alla del "buena" y "mala". Porque para empezar, ni siquiera es una película. Es un hecho histórico. Una experiencia.
Hoy 11:30 am, llego a Cinemex Ticomán con mi boleto de Star Wars Episodio 3 hirviendo de nerviosismo, ansias, una emoción totalmente indescriptible, nueva para mi, que nunca pensé que una película podría causar.
Costaba, y aun cuesta trabajo pensar que una odisea de 28 años iba a terminar en escasas 3 horas.
De cajón, comprar un combo, aunque iba solo, y un Combo grande era demasiado para una sola persona, de inmediato pensé.... "Hombre, estas a punto de entrar a un momento histórico. Irrepetible. Date el gusto" y que entro a la sala con mis palomotas y refrescote.
Eran las 11:50 y en la sala no cabía ni un alfiler. Día laboral, casi a media semana, en horario de escuela y trabajo. Pero ahi estabamos. Si señor, esto es una vez en la vida. Ejecutivos, parejas mayores, matrimonios, chavitos de la escuela, jóvenes estudiantes.
Luces apagadas, como magia, el aire se llenó de una emoción EPICA. Murmullos, cuchicheos, respiraciones que de pronto se agitaron y se aceleraron. Uno tras otro, los anuncios fueron eternos. Ford Fiesta. Pepsi. Nissan. Luego trailers. Los 4 fantásticos. La guerra de los mundos. Batman inicia. ETERNOS. Todos rogabamos que acabaran. Y luego el anuncio de sonido cinemex. Presentación estelar. Dolby Digital.
Y cuando todos herviamos de expectación e impaciencia.... la fanfarria de 20th century fox cortó el aliento de la sala entera. Fundido en negro. Lucasfilm LTD. Negro de nuevo. Y entonces, el éxtasis en el corazón de ver por última vez esa frase en la pantalla:
A long time ago, in a galaxy far, far away....
BOOM!!! El himno de John Williams estalla junto con los aplausos eufóricos, las palabras STAR WARS se alejan en el espacio despidiéndose de todos, diciendo hasta siempre, se alejan hasta perderse.
Episodio 3. La venganza del Sith. De nuevo, por ultima vez, el texto se desliza por la pantalla y se pierde en el espacio.
De aqui, no hay palabras que describan las siguientes 2 horas y media. Porque nunca, JAMAS, imaginé siquiera que se pudiera vivir tal intensidad en un cine. No existen minutos de respiro en el episodio 3. Son poco mas de 2 horas que cierran un circulo de 28 años, pero mas allá de eso, La venganza del Sith mueve emociones desde las entrañas con una capacidad que yo desconocía por completo de Lucas: Trazar auténtica poesía en la imagen.
La primera secuencia es uno de los mejores arranques jamás vistos, no existe mejor forma de comenzar la película.
Pero después, inmediatamente después de terminar con esa vertiginosa muestra de cine puro, que se permite algunos toques de humor combinados con su crudeza de forma magistral, en La venganza del Sith ya no queda espacio para la esperanza. Asistimos a una tragedia sin redención, una caída libre en los abismos del horror, a medida que los personajes se envuelven en lo trágico, en la crudeza de su historia, en la impotencia de un degenere progresivo que no se puede parar.
No se puede elegir la mejor secuencia del filme, porque tendríamos que elegir o TODAS o ninguna.
Uno no puede creer que Hayden Christensen sea el que está actuando en ese momento. Es mucho más que impresionante, verlo encarnar de lleno a esa alma que con cada minuto que pasa se acerca más a su perdición.
Y la unica interpretación que le hace la lucha es el soberbio Ian McDiarmid, el emperador y canciller Palpatine merece el oscar. Con un exquisito acento Shakesperiano y un odio corrosivo aun después del maquillaje, McDiarmid no representa al mal. ES el mal en si mismo.
Ok, ok. Aqui lo voy a confesar con todos ustedes. La venganza del Sith me arrancó lagrimas de todo tipo. Lágrimas de nostalgia al ver por ejemplo a Chewbacca rugir, a Grand Moff Tarkin. Las lágrimas de la mas profunda tristeza, en esa secuencia de Padmé en el balcón de Corouscant.
Las lágrimas que salen inexplicablemente, cuando pensaba que cada vez faltaba menos para que terminara. Las lágrimas de la mayor emoción.
¿Mi momento favorito? Es dificil, casi imposible, pero creo que al final, es claro: La respiración de Darth Vader cortó el aliento de toda la sala, y se puede sentir en ese momento, a todos los corazones deteniendose en el mismo instante. Y decenas de gritos y suspiros ahogados por la emoción.
Puede que el Episodio III no sea una obra de arte, puede que tenga alguna pequeña falla. Pero una cosa es segura: Es, por mucho, una de las experiencias mas edificantes que ha dado el cine en toda su historia, y las casi 3 horas mas gloriosas que he pasado dentro de una sala de cine. Esta película está mucho mas alla del "buena" y "mala". Porque para empezar, ni siquiera es una película. Es un hecho histórico. Una experiencia.
Los invito a conocer mi web/foro!!
http://cinescape.forum.ijijiji.com/
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