06-14-2005, 12:37 PM
:cry:
Mi vida en una perrera.
Hola, esta carta es un legado para todos aquellos humanos que piensan que nosotros si valemos algo.
Mi nombre es Freddy, soy de raza Maltes y mi infancia fue de lo más feliz imaginable, mi amo un joven de 12 años y su familia me cuidaban bastante.
Recuerdo uno de los tantos viajes que teníamos toda la familia, incluso conocí algo a lo que llaman “Playa” vaya que nos divertíamos, lastima que “Jorge” mi amo falleciera a los 20 años en un accidente automovilístico, ahí mi vida terminó.
Tenía 8 años, todavía con mucha fuerza y ganas de vivir, ese triste día, como siempre lo espere en las escaleras, ya que los fines de semana el siempre era el último en llegar, de pronto escuche el teléfono y sus padres lloraron como nunca había visto, sabía que algo pasaba, sabía que Jorge ya no regresaría.
Una semana después nos mudamos, durante dos meses nadie hablaba al respecto, de pronto me subieron al automóvil y nunca más regrese con ellos, se despidieron y me dijeron que yo les recordaba a su hijo y que por eso ya no podía estar con ellos, yo lloré, grite que no me dejaran, pero fue en balde, y así comenzó mi vida perra. Bastaron 2 horas para sentir el odio y rencor de los seres humanos, me maltrataron, me humillaron, peor aún al no ver que tenía un tatuaje me querían sacrificar debido a que no valía nada.
Ese momento no lo olvidaré, mañana morirás, y así en una jaula mojada, con dos días sin comer, y un frío que dolía hasta los huesos esperé valiente y sin odio hacia mi familia el momento de mi final.
Minutos antes de mi ejecución llegaron unas personas que querían adoptar perros, y ladre y ladre para que me vieran, lamentablemente un cachorrito fue el afortunado, y yo sentenciado a morir por electricidad, se que muchas veces no te mueres rápido, que tardas en morir mientras vez la crueldad humana al reirse de ti.
Pero saben, fui feliz y agradesco a mi familia por esos momentos tan especiales, por quererme como soy y ser finalmente parte de una familia.
Esta historia afortunadamente no termina con mi vida, por que deje algo que los humanos llaman “Conciencia Social”, y gracias a que muchas personas vieron ese tipo de crueldad, existen más y más asociaciones y grupos en Pro de la Defensa Animal, para que ya no suceda de nuevo, incluso ahora hay leyes que nos protegen y seguramente en un futuro cercano cambiara la manera de pensar de mucha gente y así este mundo será mejor de lo que ahora es.
Solo quiero dejarles una frase que mi amo repetía mucho “Deja este mundo mejor de cómo lo encontraste”
B.P.
31 de Diciembre del 2002.
“Guss”. :cry:
Mi vida en una perrera.
Hola, esta carta es un legado para todos aquellos humanos que piensan que nosotros si valemos algo.
Mi nombre es Freddy, soy de raza Maltes y mi infancia fue de lo más feliz imaginable, mi amo un joven de 12 años y su familia me cuidaban bastante.
Recuerdo uno de los tantos viajes que teníamos toda la familia, incluso conocí algo a lo que llaman “Playa” vaya que nos divertíamos, lastima que “Jorge” mi amo falleciera a los 20 años en un accidente automovilístico, ahí mi vida terminó.
Tenía 8 años, todavía con mucha fuerza y ganas de vivir, ese triste día, como siempre lo espere en las escaleras, ya que los fines de semana el siempre era el último en llegar, de pronto escuche el teléfono y sus padres lloraron como nunca había visto, sabía que algo pasaba, sabía que Jorge ya no regresaría.
Una semana después nos mudamos, durante dos meses nadie hablaba al respecto, de pronto me subieron al automóvil y nunca más regrese con ellos, se despidieron y me dijeron que yo les recordaba a su hijo y que por eso ya no podía estar con ellos, yo lloré, grite que no me dejaran, pero fue en balde, y así comenzó mi vida perra. Bastaron 2 horas para sentir el odio y rencor de los seres humanos, me maltrataron, me humillaron, peor aún al no ver que tenía un tatuaje me querían sacrificar debido a que no valía nada.
Ese momento no lo olvidaré, mañana morirás, y así en una jaula mojada, con dos días sin comer, y un frío que dolía hasta los huesos esperé valiente y sin odio hacia mi familia el momento de mi final.
Minutos antes de mi ejecución llegaron unas personas que querían adoptar perros, y ladre y ladre para que me vieran, lamentablemente un cachorrito fue el afortunado, y yo sentenciado a morir por electricidad, se que muchas veces no te mueres rápido, que tardas en morir mientras vez la crueldad humana al reirse de ti.
Pero saben, fui feliz y agradesco a mi familia por esos momentos tan especiales, por quererme como soy y ser finalmente parte de una familia.
Esta historia afortunadamente no termina con mi vida, por que deje algo que los humanos llaman “Conciencia Social”, y gracias a que muchas personas vieron ese tipo de crueldad, existen más y más asociaciones y grupos en Pro de la Defensa Animal, para que ya no suceda de nuevo, incluso ahora hay leyes que nos protegen y seguramente en un futuro cercano cambiara la manera de pensar de mucha gente y así este mundo será mejor de lo que ahora es.
Solo quiero dejarles una frase que mi amo repetía mucho “Deja este mundo mejor de cómo lo encontraste”
B.P.
31 de Diciembre del 2002.
“Guss”. :cry: