04-30-2006, 11:07 PM
Calderón, ¿el ganador?
Y se puede cuestionar lo que se quiera, pero sí, a despecho de muchos enamorados de AMLO y de otros tantos defensores de Roberto Madrazo, el ganador de la contienda mediática que fue el debate, fue precisamente Felipe Calderón. Pero el candidato de la derecha no ganó tanto por lo que dijo, por sus propuestas bien estructuradas, por sus ideas programáticas. No, ganó porque para los espectadores del debate y para los potenciales electores no fue posible confrontar las ideas derechistas de Calderón con una propuesta de izquierda. ¿Qué quiere decir eso?
Es muy fácil, quiere decir que Calderón fue congruente con sus principios y su proyecto de derecha. La derecha mexicana, esa que representa Calderón, está emparentada con un importante sector del viejo PRI, sobre todo aquel ligado a lo que fueron los gobiernos de Salinas y Zedillo -y por eso la incorporación de Diódoro Carrasco y de Benjamín González Roaro, dos ex priístas derechistas y elbistas que se sumaron al proyecto de Calderón-, derecha que también tiene vínculos con esa dizque izquierda del PRD, en especial con esa derecha que AMLO ha sumado. Y los casos de políticos como Alfonso Durazo, entre muchos otros, al proyecto de AMLO son el mejor ejemplo.
Calderón ganó el debate, sin duda, no sólo por sus propuestas, no sólo por la congruencia de su oferta, sino porque no existió una propuesta y un proyecto de la izquierda que contrastara con lo dicho por Calderón en el debate. Y es precisamente ahí donde está el mayor error de AMLO. Resulta que al no acudir al debate, López Obrador le dejó el camino libre, franco a la derecha en el poder. Ese error estratégico se tradujo en un reclamo por no haber tenido la capacidad de contrarrestar la oferta de la derecha con una oferta de la izquierda real, que habría derribado las ilusiones no sólo del gobierno del "cambio", sino las propuestas de Calderón.
Pero López Obrador no fue al debate no sólo por las muy "sobadas" razones estratégicas, tampoco desistió acudir al debate por miedo a confrontar sus ideas de izquierda. No, no acudió porque sus propuestas son las mismas de la derecha. Y la mejor prueba de ello es que el día después del debate, AMLO dijo que los debatientes, de manera especial los del PAN y del PRI, le habrían arrebatado sus propuestas. ¿Cuáles propuestas le arrebataron? ¿Las propuestas de la derecha? Nos guste o no, en el debate sólo estuvieron a la vista de todos, de los electores, las propuestas de la derecha, el "más de lo mismo" del gobierno de Fox.
Pero los potenciales electores que le dieron el triunfo a Calderón se movieron en esa dirección -la de dar por ganador a Felipe Calderón-, no porque haya sido el mejor, sino porque fue el único que apareció en la contienda. Ese fue el error, el gran error de AMLO.
En el fondo la ausencia de AMLO en el debate del pasado martes se puede comparar con la retirada de Diego Fernández de Cevallos de la contienda electoral de 1994, luego de que le ganó el primer debate a Ernesto Zedillo -otro priísta de derecha-, que era el representante de esa derecha incrustada en el PRI y que reclamó el "derecho de piso" en la política mexicana. Si en 1994 se retiró El Jefe Diego de la contienda presidencial -por razones estratégicas de la derecha mexicana-, en 2006 López Obrador se retiró del debate porque la derecha institucional tiene mejores argumentos que la derecha incrustada en el PRD, lo cual, nos guste o no, es una derecha que asaltó al partido que se dice de la izquierda institucional.
Y se puede cuestionar lo que se quiera, pero sí, a despecho de muchos enamorados de AMLO y de otros tantos defensores de Roberto Madrazo, el ganador de la contienda mediática que fue el debate, fue precisamente Felipe Calderón. Pero el candidato de la derecha no ganó tanto por lo que dijo, por sus propuestas bien estructuradas, por sus ideas programáticas. No, ganó porque para los espectadores del debate y para los potenciales electores no fue posible confrontar las ideas derechistas de Calderón con una propuesta de izquierda. ¿Qué quiere decir eso?
Es muy fácil, quiere decir que Calderón fue congruente con sus principios y su proyecto de derecha. La derecha mexicana, esa que representa Calderón, está emparentada con un importante sector del viejo PRI, sobre todo aquel ligado a lo que fueron los gobiernos de Salinas y Zedillo -y por eso la incorporación de Diódoro Carrasco y de Benjamín González Roaro, dos ex priístas derechistas y elbistas que se sumaron al proyecto de Calderón-, derecha que también tiene vínculos con esa dizque izquierda del PRD, en especial con esa derecha que AMLO ha sumado. Y los casos de políticos como Alfonso Durazo, entre muchos otros, al proyecto de AMLO son el mejor ejemplo.
Calderón ganó el debate, sin duda, no sólo por sus propuestas, no sólo por la congruencia de su oferta, sino porque no existió una propuesta y un proyecto de la izquierda que contrastara con lo dicho por Calderón en el debate. Y es precisamente ahí donde está el mayor error de AMLO. Resulta que al no acudir al debate, López Obrador le dejó el camino libre, franco a la derecha en el poder. Ese error estratégico se tradujo en un reclamo por no haber tenido la capacidad de contrarrestar la oferta de la derecha con una oferta de la izquierda real, que habría derribado las ilusiones no sólo del gobierno del "cambio", sino las propuestas de Calderón.
Pero López Obrador no fue al debate no sólo por las muy "sobadas" razones estratégicas, tampoco desistió acudir al debate por miedo a confrontar sus ideas de izquierda. No, no acudió porque sus propuestas son las mismas de la derecha. Y la mejor prueba de ello es que el día después del debate, AMLO dijo que los debatientes, de manera especial los del PAN y del PRI, le habrían arrebatado sus propuestas. ¿Cuáles propuestas le arrebataron? ¿Las propuestas de la derecha? Nos guste o no, en el debate sólo estuvieron a la vista de todos, de los electores, las propuestas de la derecha, el "más de lo mismo" del gobierno de Fox.
Pero los potenciales electores que le dieron el triunfo a Calderón se movieron en esa dirección -la de dar por ganador a Felipe Calderón-, no porque haya sido el mejor, sino porque fue el único que apareció en la contienda. Ese fue el error, el gran error de AMLO.
En el fondo la ausencia de AMLO en el debate del pasado martes se puede comparar con la retirada de Diego Fernández de Cevallos de la contienda electoral de 1994, luego de que le ganó el primer debate a Ernesto Zedillo -otro priísta de derecha-, que era el representante de esa derecha incrustada en el PRI y que reclamó el "derecho de piso" en la política mexicana. Si en 1994 se retiró El Jefe Diego de la contienda presidencial -por razones estratégicas de la derecha mexicana-, en 2006 López Obrador se retiró del debate porque la derecha institucional tiene mejores argumentos que la derecha incrustada en el PRD, lo cual, nos guste o no, es una derecha que asaltó al partido que se dice de la izquierda institucional.
Tengo Ganas de ti, de tu aroma y de tu ser,
de tu sabor y de tu piel,
de sentirte y hacer,
aquello a lo que tu llamas placer.
de tu sabor y de tu piel,
de sentirte y hacer,
aquello a lo que tu llamas placer.