04-30-2006, 11:08 PM
El PRI, el perdedor
Y en esa lucha, el gran perdedor no fue otro sino el PRI de Roberto Madrazo. Pero es claro para todos que perdió Madrazo, pero el verdadero perdedor fue el PRI, en tanto instituto político que se dice y tiene una fuerza nacional. El PRI se ha convertido en el partido que ha nutrido de sus hombres y mujeres -no los mejores hombres y las mejores mujeres-, sino a los más oportunistas, que ocupan los mejores lugares del PRD y del PAN. Se acepte o no, el nuevo y real jefe del PRI -que no es otro que Madrazo- vivió uno de sus peores momentos en el debate, pero en cambio el PRI ha vivido sus mejores tiempos, los de nutrir a todo el sistema político, a la derecha y a la izquierda, de su cultura, de sus cuadros, de sus mañas.
Todos los que presenciaron el debate vieron a un Roberto Madrazo que no era Roberto Madrazo. En las pantallas apareció un candidato presidencial nervioso, pegado a sus notas, a los consejos de sus operadores y de sus consejeros de imagen política. Si Madrazo hubiese sido el hombre que se enfrentó a Zedillo, que dijo "no" a los acuerdos cupulares del PRI de antaño, si se habría presentado como el retador del viejo sistema, otra habría sido la historia no sólo de Madrazo, sino de su partido y de su pretensión presidencial.
Y es que Madrazo se enfrentó no a Calderón y menos a Patricia Mercado, se enfrentó a otro priísta, a su tocayo, Roberto Campa, el habilidoso e inteligente ex priísta que jugó con dados cargados -dados cargados a favor de Felipe Calderón-, y que derribaron a Madrazo. Todos saben que Madrazo es casi la representación en la tierra de lo más cuestionable en el cielo, y Campa lo demostró. Y en ese lance mandó a la lona a Madrazo. Y ese golpe fue definitivo. Roberto Campa, nos guste o no, también fue un ganador. Y tendrá el registro de su partido, el Panal, y si no, al tiempo.
<!-- e --><a href="mailto:aleman2@prodigy.net.mx">aleman2@prodigy.net.mx</a><!-- e -->
Y en esa lucha, el gran perdedor no fue otro sino el PRI de Roberto Madrazo. Pero es claro para todos que perdió Madrazo, pero el verdadero perdedor fue el PRI, en tanto instituto político que se dice y tiene una fuerza nacional. El PRI se ha convertido en el partido que ha nutrido de sus hombres y mujeres -no los mejores hombres y las mejores mujeres-, sino a los más oportunistas, que ocupan los mejores lugares del PRD y del PAN. Se acepte o no, el nuevo y real jefe del PRI -que no es otro que Madrazo- vivió uno de sus peores momentos en el debate, pero en cambio el PRI ha vivido sus mejores tiempos, los de nutrir a todo el sistema político, a la derecha y a la izquierda, de su cultura, de sus cuadros, de sus mañas.
Todos los que presenciaron el debate vieron a un Roberto Madrazo que no era Roberto Madrazo. En las pantallas apareció un candidato presidencial nervioso, pegado a sus notas, a los consejos de sus operadores y de sus consejeros de imagen política. Si Madrazo hubiese sido el hombre que se enfrentó a Zedillo, que dijo "no" a los acuerdos cupulares del PRI de antaño, si se habría presentado como el retador del viejo sistema, otra habría sido la historia no sólo de Madrazo, sino de su partido y de su pretensión presidencial.
Y es que Madrazo se enfrentó no a Calderón y menos a Patricia Mercado, se enfrentó a otro priísta, a su tocayo, Roberto Campa, el habilidoso e inteligente ex priísta que jugó con dados cargados -dados cargados a favor de Felipe Calderón-, y que derribaron a Madrazo. Todos saben que Madrazo es casi la representación en la tierra de lo más cuestionable en el cielo, y Campa lo demostró. Y en ese lance mandó a la lona a Madrazo. Y ese golpe fue definitivo. Roberto Campa, nos guste o no, también fue un ganador. Y tendrá el registro de su partido, el Panal, y si no, al tiempo.
<!-- e --><a href="mailto:aleman2@prodigy.net.mx">aleman2@prodigy.net.mx</a><!-- e -->
Tengo Ganas de ti, de tu aroma y de tu ser,
de tu sabor y de tu piel,
de sentirte y hacer,
aquello a lo que tu llamas placer.
de tu sabor y de tu piel,
de sentirte y hacer,
aquello a lo que tu llamas placer.